No tiene pinta de que las aguas se vayan a calmar en casa de los Pantoja. El clan del todo o nada, están saliendo traspunteados todos con todos; y, hasta aquellos que no querían mojarse, están acabando salpicados. Irene Rosales y Anabel Pantoja las últimas. Chicas, toca ponerse los chubasqueros. Aquí acaba empapado hasta el que menos opina.
El pasado fin de semana, en ‘Viva la vida’, Irene Rosales compartía el consejo que le había dado a su prima política: que no hiciera público cada detalle de su vida privada o que atañera a su primo. Que no compartiese aquello que estab pensado para quedar en la intimidad de la familia. Anabel Pantoja le daba la razón. Lo que le aconsejaba la mujer de su primo era de lo más razonable y estaba 100% de acuerdo. La sorpresa de Irene vino cuando, después de haberle dicho esto, Anabel hizo público que había recibido un mensaje que le había mandado su primo antes de marcharse a Honduras a visitar a su novio, como parte de ‘Supervivientes’. Esto solo reafirmó más a Kiko en su decisión de no confiar en la hija de Bernardo Pantoja.
Ayer tarde, en ‘Sálvame’, Anabel hizo frente a lo que Irene Rosales había dicho de ella hacía solo dos días, cuando la señaló directamente como una bocazas que era incapaz de mantener un secreto. Alguien en quien no se podía confiar, pues todo lo iba a contar en los platós. Cansada de que se dude de ella y se la señale como la gran filtradora de la familia Pantoja, explotó. “Yo me voy a Honduras con el mensaje de mi primo clavado aquí (se señala el pecho). No se lo digo a nadie. Que quede muy claro, que yo ese mensaje no se lo transmito a nadie de mis compañeros, ni a los directores de mi programa”, decía, profundamente herida. “Cuando vuelvo, me preguntan si he hablado con Kiko. Yo no dije lo que me había escrito, solo que me ha hecho saber, a través de un mensaje, que no quiere saber nada de mí. Estoy hasta el mismísimo, si se piensan que filtro, cuento y digo no es así, ese mensaje lo tengo guardado y podría sacarlo porque está en mi poder”. La colaboradora quiso dejar taxativamente claro que eso no es filtrar, “es ser clara”. No le parecía correcto que si le preguntaban directamente, ella esquivara la pregunta y no fuese sincera, “no quiero estar engañando”.
¿Entonces quién lo ha contado? ¿Quién deslizó la información de que Kiko Rivera había escrito un último mensaje a su prima, que servía como punto y final a la relación que durante tantos años pareció inquebrantable? Anabel Pantoja lo tiene clarísimo, ella no fue. Pero, si le preguntan, no piensa esconderse ni mentir. A sincera no le gana nadie.
Tras este mal rato en directo, Anabel pidió un receso y se marchó del plató. No contaba con que su micro aún seguía activo y toda la audiencia la oyó exclamar, “¡¡estoy hasta el co*o!!”. Como para no.