Más o menos a mediados de noviembre Anabel Pantoja (38 años) recibirá la mejor de las noticias cuando cumpla el mayor de sus sueños, el de ser madre junto a David Ródriguez. La influencer, que contó en las páginas de Lecturas lo ilusionada que estaba con la llegada de la"sevillana" (podría haber sido "cordobés") que va a tener entre sus brazos, ha pasado un embarazo muy bueno aunque confesó hace unas semanas que ha estado "más cansada de lo normal".
A lo largo de los meses, Anabel no ha dudado en compartir con sus seguidores algunas de las ecografías de la pequeña, sus sentimientos a lo largo de cada etapa, los consejos que ha recibido de su madre... Sin duda muchos detalles de su embarazo, de esta etapa tan bonita que está viviendo rodeada de sus familiares y sus seres queridos. De hecho, ella misma reconoció este precioso de gestación ha sido "buenísimo" porque no ha tenido náuseas ni vómitos. Eso sí, en esta última recta, solo le queda mes y medio, se está encontrando con un traspiés que la tiene muy preocupada.
Hace ya algunas semanas que la prima de Kiko Rivera ya confesó que tenía algunos problemas con el sueño: "Tengo mucho sueño pero no duermo bien por las noches. Al principio tenía bajadas de tensión puntuales, pero estoy genial, no me puedo quejar. Me canso un poco más de lo habitual, hago muchísimo pipí y ya", relató. Pero ahora, parece que Anabel está bastante más agobiada con esto. Y es que según ha confesado ella misma no puede dormir nada.
"Jamás olvidaré este insomnio maldito de horas mirando al techo y de dar vueltas de un lado a otro con un hipopótamo. Sigo flipando con mi cerebro y con su 'no duermes' en toda la noche. Luego de día o por la mañana eres un oso hormiguero. Desde luego que está acabando conmigo. Me rindo", ha dicho Anabel en sus redes sociales junto a un meme en el que sale un señor con peluca despeinado como si llevara días sin pegar ojo.
Anabel ha explicado a sus miles de seguidores que "justo tenía tres horas" para dormir y le ha sido imposible, motivo por el que ha ido a su doctor. Y es que la prima de Isa Pantoja está desesperada. "El médico me dice que es mi subconsciente con mis preocupaciones pero ya le he dicho que no estoy preocupada, que solo quiero dormir este mes y medio que me queda. No sé cuándo podré dormir una noche sin bebé. Estoy muy frustrada y de mala leche porque no le deseo a nadie el insomnio. Es horrible", ha añadido junto a una instantánea en la que se la puede ver tirada en la cama totalmente agotada.
A pesar de la preocupación de Anabel, que ya se ha puesto en manos de especialistas, lo cierto es que el insomnio es bastante común en las embarazadas. De hecho, durante el embarazo, según la American Pregnancy Asocciacion, "es normal y afecta aproximadamente 78% de mujeres". ¿Cuáles son las recomendaciones que el médico le habrá dado a la sobrina de Isabel Pantoja? Que pruebe nuevas posiciones en la cama, que se de un baño caliente o que David le de un buen masaje. También está bien que beba un poco de leche tibia, que haga ejercicio regularmente durante el día y que evite las siestas largas durante el día.
Las preocupaciones de Anabel Pantoja
Aunque la influencer le haya dicho al médico que "no está preocupada", lo cierto es que tiene un panorama familiar bastante desconcertante. Y es que ella al ser el enlace entre unos y otros (porque la mayoría no tiene relación o no se llevan bien), se encuentra en una situación muy tensa. Trabaja con Isabel y Agustín, que no se hablan con Isa o Kiko, algo que en su estado segura que le provoca mucho estrés. De hecho, estas últimas semanas ha sido la única que ha ido a ver a su prima al hospital cuando la operaron de apendicitis.
De hecho, a principios del mes de septiembre reconoció a sus seguidores que había comenzado a ir al psicólogo. "Hoy he empezado un camino que ya había empezado muchas veces y por dejadez absoluta siempre lo dejaba. Me ha venido y creo que me va a servir mucho para recoger , asumir, reconocer, aprender y confiar en mí porque ya ni me veía. Terapia", escribió. "No soy constante en algunas cosas pero te tienen que pasar cosas o un momento importante en tu vida para tomar esa decisión. Yo con esto no quiero dar lecciones a nadie, pero viene muy bien. Eso sí, hay que ser constante. Es un proceso bonito y a la vez duro. Hay cambios y con la ayuda de un profesional siempre mejor y me ha venido muy bien", concluyó feliz de ponerse en manos de un terapeuta.