Anabel Pantoja ha disfrutado de unas románticas vacaciones en Ibiza junto a Omar Sánchez. Unos días de risas, lujo y desconexión que ya ha llegado a su fin. Antes de poner rumbo a Canarias para ultimar los preparativos de su boda, la colaboradora de 'Sálvame' ha querido hacer una parada fugaz en Huelva que no gustará nada a Isabel Pantoja.
La influencer no puede estar más feliz y es que después de meses distanciados y algún que otro rifirrafe, Anabel Pantoja se ha reencontrado con los hijos de Kiko Rivera. Tal y como ella misma ha compartido en su perfil de Instagram, se ha trasladado hasta la casa que el Dj e Irene Rosales han alquilado en la Costa del Sol para pasar un día de piscina con los más pequeños.
"Sin creérmelo", escribía Anabel junto a un divertido vídeo en el que la sevillana se lanzaba a la piscina junto a sus sobrinos. Los pequeños sienten predilección por la sobrina de Isabel Pantoja a quien llaman "tata".
Ahora sí, parece que Anabel Pantoja, Kiko Rivera e Irene Rosales han enterrado el hacha de guerra. Y aunque la colaboradora prefiere mantenerse al margen de la guerra entre madre e hijo no quiere perder la relación no solo con su primo sino también con los niños, a los que considera sus sobrinos.
A pesar de las desavenencias de los adultos, Anabel nunca perdió el contacto con Fran, Ana y Carlota, así como con Alberto, que se unirá a la reunión familiar en los próximos días. Otro detalle que ha dejado patente este inesperado reencuentro familiar ha sido el posado de Irene Rosales con el bikini de la colección de la colaboradora.
Resulta paradójico como Cantora se convertía en el escenario de unión del clan Pantoja hace solo un año y mientras la artista sigue recluida en la finca junto a su hermano Agustín, sus hijos y su sobrina disfrutan del verano a escasos kilómetros de ella.