No ha podido quedarse callada. Anabel Pantoja, que llegaba anoche a La Graciosa para continuar con su inminente boda con Omar Sánchez, explotaba. La colaboradora no podía creer lo que habían dicho algunos de sus compañeros de ‘Sálvame’ después de que esta decidiese continuar con la celebración tras el fallecimiento de su abuela Ana. “Espera, que no leo bien”, arrancaba una Anabel que no está ya para tonterías. Todo lo vivido en las últimas horas ha hecho que la sobrina de Isabel Pantoja ya no se calle más.
“¿Comercializo con una pérdida? ¿Cuándo? ¿Dónde? No se puede tener tan poca empatía”. Anabel Pantoja se pronunciaba en redes sociales después de escuchar que algunos de sus compañeros de ‘Sálvame’ afirmasen que la colaboradora iba a rentabilizar la reciente pérdida de su abuela. “Cuando que yo sepa, cada persona cuando se le va alguien hace y realiza lo que le dé la gana. Sin ser juzgado”, escribía tanto en twitter como en instagram.
Anabel ya no puede más. “Aquí se termina esta historia, porque los que no estén de acuerdo con mi decisión, totalmente respetable, de mi parte que se beban un vasito de agua”, estallaba. La sobrina de la cantante pasa por una situación personal muy complicada y no piensa tolerar que nadie se dedique a ponerla en tela de juicio. “Ahora, a contar horas, minutos y segundos que es lo que estamos en esta vida”.
Entiende a Kiko Rivera
“Entiendo a Kiko perfectamente. Su situación y su estado, que no es el mío”, afirma también la colaboradora. Kiko Rivera tomaba la determinación de no asistir a la boda y lo mismo hacía Irene Rosales, que regresaba a casa junto a sus hijas. “Él me pidió perdón por no venir y yo le entendí. Me da rabia pero respeto su decisión, al igual que la de Irene. Siempre querré lo mejor para él”, dejaba claro la propia Anabel.