Tan solo 49 días después de haber conocido la felicidad más inmensa al
ver la cara de su primera hija, su muñeca, Anabel Pantoja vive inmersa en la peor de las pesadillas, la más aterradora que puede sentir una madre. Su niña, su “gordi”, ingresó en la Unidad de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Materno Infantil de las Palmas de Gran Canaria, tal como adelantó el programa ‘Fiesta’. La sobrina de Isabel Pantoja y su pareja, David Rodríguez, no se separaron de su lado ni un instante.
Las horas más complicadas para Anabel Pantoja y David Rodríguez
“Son horas complicadas para el bebé y para sus padres”, revelaron en el programa. El lunes los médicos pidieron a David y Anabel que mantuvieran el optimismo y que tuvieran esperanza. La pequeña recibía atención médica intensiva. A pesar de que los motivos del ingreso de la pequeña no transcendieron en un primer momento, las alarmas se dispararon cuando la familia de la influencer se desplazó de urgencia a la isla para estar al lado de Anabel y David.
Los problemas de la familia Pantoja
Isabel Pantoja, acompañada por su hermano Agustín, llegó a Gran Canaria el sábado, el mismo día que sus hijos, Isa y Kiko, todos por separado, para arropar a Anabel.
Por primera vez en mucho tiempo –la última ocasión en que les vimos juntos fue en 2019 cuando la tonadillera regresó de Honduras tras su paso por ‘Supervivientes’– no les importaba un reencuentro que llevan más de cinco años evitando. Y aunque parece que ninguno de los tres habría
coincidido en el hospital, saber que Anabel estaba sufriendo era lo más importante y quisieron estar ahí.
“No soy ni portavoz, ni defensora, ni apoyo, ni desapoyo. Si mi prima, mi tío o mi primo me llaman, aquí estoy. No voy a unir, desunir, ni enlazar ¡No soy quién! Les deseo lo mejor a todos, pero necesito mirar por mi vida”, dijo Anabel en Lecturas poco antes del nacimiento de su hija. La influencer es la única de los Pantoja que tiene buena relación con toda la familia.
Los miedos de Anabel Pantoja
La incertidumbre de no saber y el terror de ver sufrir a su niña apagó el mundo de felicidad en el que Anabel vivía desde que el 23 de noviembre vio al fin cumplido su deseo de ser madre. Un sueño que adelantó ella misma en Lecturas en junio, cuando anunció su embarazo. “Este es el mayor acto de amor que nos hemos dado David y yo”, nos decía con la ilusión en la mirada.
Aquel día, Anabel compartía también con nosotros sus primeros miedos. “Tengo 37 años y no dejas de oír que los embarazos en mujeres mayores tienen más riesgo. Me da miedo que pase algo”, confesaba. Empezaba una gran aventura que Anabel ha disfrutado feliz pero muchas veces demasiado sola.
Anabel y David han tenido que estar separados
El trabajo de David, que ejerce de fisioterapeuta en Córdoba, la mantuvo muchos días alejado de ella, que seguía viviendo en Canarias, algo que no siempre fue fácil para la influecer. Nos contaba ella misma a días de dar a luz. “Hasta casi el final he estado sola y he pasado miedo ciertas noches. Tuve que hablar con David y decirle: ‘Te necesito”, contó Anabel, que sí tuvo a su lado a su pareja en los momentos importantes. “Ha estado en todas las ecografías. A pesar de estar trabajando en Córdoba, se venía de madrugada”, explicó.
Vivir en Canarias, lejos de su madre y del resto de la familia nunca facilitó las cosas. “Lloro por cualquier cosa, estoy más sensible. Me vienen bajones”, aseguraba la influencer, que se preocupaba también por cómo afrontaría los primeros días con su niña en brazos. “Las primeras semanas van a ser muy duras, por no descansar, los nervios, mi posparto, mis hormonas, David de padre, la convivencia...”, decía.
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