Anabel Pantoja da la cara en ‘Sálvame’ tras la polémica protagonizada por Kiko Rivera

La sobrina de Isabel Pantoja ha dado la cara por su familia y ha terminado enfrentándose con sus compañeros de una forma exaltada…

Kiko Hernández Anabel Pantoja

Ha tenido que pedir perdón. Anabel Pantoja comenzaba la tarde incómoda debido al supuesto anuncio de la tonadillera para encontrar personal en Cantona. No iba a ser el único tema que tenía entre manos. La sobrinísima también daba la cara ante las últimas informaciones relacionadas con la baja por salud de Kiko Rivera. Tal era el nivel de estrés que la colaboradora se enfrentaba a sus compañeros… Eso sí, todos volvía al redil al poco tiempo.

La situación personal de Kiko Rivera sigue despertando numerosos rumores y polémicas. El DJ decidía apearse de los escenarios para recuperar su salud y generaba cierta confusión entre los empresarios y los seguidores del hijo de Isabel Pantoja. ¿Qué estaba pasando? Kiko ha optado por mantener un perfil discreto con objetivo de recuperarse lo antes posible. Una situación que, claro, ha preocupado mucho a sus allegados.

Anabel Pantoja aprovechaba su presencia en Sálvame para aclarar el momento por el que pasa su primo. “Está un poco más animado”, explicaba. “Está haciendo su vida normal pero dentro de ese paro que ha decidido dar”. Kiko Hernández afeaba el comportamiento de Kiko con las redes sociales, pues no entendía como podía seguir promocionando su trabajo si no pasaba por el mejor de los momentos.

Yo creo que no es malo”, se defendía Anabel. “No soy médico ni juez, pero creo que no es malo promocionar sus canciones. Dijo que iba a dejar los escenarios pero no veo nada mal”. Anabel se ponía firme ante las opiniones de Hernández. Claro que la colaboradora tenía mucha tela que cortar. Antes se había enfrentado con Laura Cuevas por la filtración que esta había realizado de una supuesta oferta de trabajo de Cantora.

Anabel se alteraba con sus compañeros de mesa pero reflexionaba durante los vídeos y pedía disculpas por haberse enfadado tanto. No quería que nadie malinterpretado sus palabras y, ante la impotencia, se molestaba. El papel de Anabel, desde luego, no es nada sencillo.