Lo nunca visto. Anabel Pantoja aparecía en Sálvame a última hora con toda la prisa del mundo. La colaboradora había tenido un pequeño percance en el traslado y no le había dado tiempo a nada. Ni maquillaje, ni peluquería, ni vestuario, ni nada. A cara lavada y con su ropa de calle, Anabel se sentaba en su sitio en el programa sin ningún tipo de complejo. La sobrinísima aguantaba los primeros planos a la espera de llegar el momento del descanso…
Anabel Pantoja es una mujer sin complejos. La sobrina de Isabel Pantoja se muestra siempre tal y como es a través de las redes. Anabel está orgullosa de su físico, de su imagen y de su forma de ser y lo transmite, por mucho que los haters se empeñen en afearle cada uno de sus movimientos. No son pocas las veces en las que Anabel se tiene que poner firme y pararle los pies a los que comentan, critican e insultan sin parar.
Ayer mismo, Anabel daba un nuevo paso en su lucha a favor de la naturalidad. La colaboradora llegaba tarde a Mediaset y no tenía tiempo para pasar por maquillaje. Otro, en su lugar, hubiese esperado para entrar a plató ya con el look de la tele pero Anabel prefirió cumplir con su puesto antes que nada. Las cámaras captaban a la sobrina a cara lavada y con su ropa de calle durante los primeros minutos de programa.
En cuanto pudo, se cambió, se peinó y maquilló y ya volvió a su puesto con la imagen a la que nos tiene acostumbrados. Una cosa hay que dejar clara: pocos aguantaría un primer plano en pantalla sin maquillar tan bien como Anabel. Está claro que la felicidad personal ha hecho que tenga la mejor de las caras.