La noticia que sobrevolaba el mundo del corazón desde finales de verano se ha confirmado esta semana: María Jesús Ruiz y 'su macho', Julio Ruz, han roto su compromiso y su relación. La exsuperviviente ha confesado que su amor no se ha roto, pero que no podían seguir juntos porque Julio no tiene una buena relación con su familia, cosa que ha terminado por hacer imposible la convivencia. ¿Pero es esto cierto? No tenemos motivos para dudar de la modelo, pero hay alguien que tiene otra versión de lo sucedido: Anabel Gil.
La máxima enemiga de la exmiss España e hija de su ex, José María Gil Silgado, aseguraba hace unas semanas que María Jesús había mantenido encuentros secretos con su padre a lo largo de todo el verano y que ambos mantienen una relación más estrecha de lo que quieren hacer creer. Y es que la expareja se ha enfrentado en los tribunales, acusado él de amenazas y maltrato psicológico, a pesar de tener una hija en común. Sin embargo, Anabel ha asegurado este domingo al programa 'Socialité' que el empresario "sigue obsesionado" con María Jesús Ruiz y que esta se acerca a él por interés económico.
La relación entre la hija del empresario y la exsuperviviente nunca ha sido buena (tampoco tiene buena relación Anabel con su padre), pero la cosa ha estallado definitivamente esta última semana después de que Anabel revelase esos supuestos encuentros entre su padre y María Jesús Ruiz, afirmase que tienen negocios en común y que, además, su padre tiene información sobre la modelo que podía perjudicarla públicamente. "Las relaciones que ha tenido con todo el mundo son muy oscuras. Es interesada y calculadora con todo", decía Anabel. Unas palabras por las que la de Jaén montaba en cólera, negaba lo sucedido y tachaba a Anabel de mentirosa. ""¿Esa tía dice alguna verdad en su puñetera vida? Esa (…) tía que se meta el dedo en el culo y después se lo huela. No tengo ninguna intención de volver con nadie, estoy sola", le decía al portal 'cotilleo.es' por teléfono.
Sin embargo, María Jesús todavía se resistía a confirmar su ruptura con Julio y afirmaba que se había visto una sola vez con Gil Silgado y por cuestiones de su hija en común. Algo que Anabel desmiente y, además, ha dado su propia versión sobre la ruptura de la modelo con Ruz y asegura que no han roto por problemas familiares: "Está con mi padre", ha afirmado. "Para ella una relación normal no es la misma que para ti y para mí", le decía a María Patiño. "Tiene problemas con Julio que no se solucionarán porque él no es el tipo de hombre que ella necesita. Necesita un hombre como mi padre", añadía.
Y es que Anabel deja a María Jesús como una mujer interesada más por el dinero que por el amor. "Yo creo que necesita tener un tipo de vida y ese tipo de vida se lo facilitan pocas personas. Mi padre es esa persona porque él está enganchado a ella, pero ella después tendrá que pagar un precio porque mi padre tiene ciertas actitudes. Si no quieres trabajar y te tienen que mantener, pues tendrás que pasar por ciertas cosas", sentenciaba la hija del empresario.
Tan convencida está Anabel que asegura que el "siguiente movimiento" de María Jesús será dejarse ver, poco a poco, con su padre. "Yo creo que eso va a tardar un poco más, porque sabe que no es bueno para ella públicamente. Pero seguro que con cualquier excusa de esa persona que tienen en común lo veremos". Este sería el verdadero motivo, entonces, de la ruptura de la modelo con Julio Ruz y no sus problemas familiares. Anabel hacía alusión, para apoyar su versión, a la reacción tan serena de María Jesús al salir de 'Supervivientes' y conocer las supuestas infidelidades del empresario. "Yo nunca creí en esa historia de amor, de ese perdón. En ese momento, cualquier mujer se muere y le dice 'luego hablaremos'. Pero ella tiene que sacar ese carácter de manipuladora para quedar bien, pero no se da cuenta de lo que hace es el ridículo, la gente sabe que no dice verdad y todo el mundo se da cuenta", afirmaba.
¿Veremos realmente a María Jesús de la mano de Gil Siglado de nuevo? De ser así, ¿pasará a ser Julio Ruz su nuevo enemigo? Lo que está claro, es que las aguas entre Anabel y su exmadrastra nunca han estado, y no estarán, calmadas.