Con la timidez y la dulzura que la caracterizan, Ana Torroja fue la encargada de estrenar el nuevo emplazamiento en la parrilla televisiva de ‘Mi casa es la tuya’. Una entrevista que tuvo lugar en su segunda residencia, un increíble ático situado en plena Gran Vía madrileña y es que, tal y como explicaba la cantante, vive en Ciudad de México con su familia desde hace un año y medio: “Es una ciudad muy divertida, muy dinámica… Siempre digo que es como el Nueva York de Latinoamérica”, contaba sobre la capital azteca.
Y con las vistas a una de las principales arterias de la capital, la que fuera vocalista de Mecano contó cómo fue la experiencia de formar parte de uno de los grupos con más éxito de la historia de la música española. Un éxito del que, sin embargo, no tiene un buen recuerdo. “La fama me cambió para mal, siempre he sido muy tímida y nunca me ha gustado que supieran dónde estaba. Sufrí muchísimo, me sentía observada, todo el mundo me quería tocar. No puedes salir porque ¡bam! todos encima. En algunos conciertos recuerdo, en aquellas épocas que no había camerinos, que eran como casetas de obra, cómo la gente las movía, tenías que salir en ambulancia, en coche de policía. Querías salir a la calle y te encontrabas un paparazzi... Me convertí casi, casi, casi en una persona agorafóbica”, aseguraba.
Una época oscura en la que los suyos se convirtieron en su mejor apoyo y en la que decidió huir para volver a encontrase: "Perdí amigos. Simplemente quería estar con mi familia y con la pareja que tenía en ese momento. A lo mejor iba paseando y alguien llamaba y era como 'No, no, no, no, no' y salía así corriendo", comentaba. “Mi familia era mi refugio y me escapé después de nuestra última gira en 1992. Cada concierto era un sufrimiento y mi profesor de canto me dijo que me olvidara de la música. Me fui a Nueva York y me reencontré a mí misma. Estaba un poco ‘grillada’ y fue mi mejor terapia”.
A pesar de lo duro de la situación, Ana Torroja reconocía que el peor momento fue cuando José María Cano, otro de los tres integrantes de Mecano anunció por sorpresa durante los Premios Amigo de 1998 que dejaba el grupo y, por lo tanto, este se disolvía. “Ninguno lo sabía, fue una ducha de agua fría para todos, fue un momento feo, porque la gente también se quedó… Nos aportó razones personales y de salud”, explicaba la artista, que reconoce que hoy en día no se ven mucho, pero que “tampoco lo hacíamos cuando trabajábamos juntos. Nos queremos mucho, somos como hermanos. A José le va muy bien pintando, Nacho está con su yoga e intentando hacer un musical en Broadway”.