Ana Soria se ha convertido en la persona más buscada del momento y, por fin, se ha dejado ver en público. Hasta que se conoció su relación con Enrique Ponce y pudimos ponerle cara, Ana Soria era una joven estudiante de derecho, que vive en Almería y, dicen, aspira a ser modelo y actriz. Y era también una absoluta desconocida para el gran público.
Las cosas han cambiado para Ana Soria que ha visto como su nombre está ahora en boca de todos. Faltan, eso sí, esas primeras imágenes, ya como pareja oficial, junto a Enrique Ponce que, al parecer, se producirán el próximo 1 de agosto en la plaza de toros de Osuna, en Sevilla, fecha en la que tienen previsto hacer su primera aparición juntos.
La joven salió a cenar con unas amigas y, con la cabeza baja, se mostró algo nerviosa ante la presencia de los fotógrafos que hacen guardia a las puertas de su domicilio. Ana Soria va saliendo poco a poco de su escondite, seguramente porque Enrique Ponce la ha tranquilizado en ese sentido. El torero ya afirmó en televisión que está "muy ilusionado" con Ana y hace pocos días se supo que él y Paloma Cuevas han iniciado los trámites de separación de hecho, tal y como difundieron en un comunicado.
Pero si ha habido algo que, a buen seguro, ha dolido a Paloma Cuevas fueron las palabras que Ana Soria escribió ayer en su Instagram, en la que pedía que la dejaran ser feliz. "Dedica tu tiempo a buscar tu propia felicidad y no trates de impedir que otros encuentren la suya. Rodéate de personas que te hagan a ti mejor persona, sólo por estar con ellos. Busca lo que te llena, y no lo que te vacía. Lo que suma y no resta. Y así, vivirás en paz".
Tras la esperada aparición de Ana y Enrique juntos, vendrá una separación forzosa a causa de los estudios de ella. La joven almeriense, estudiante de la universidad de Granada, se encuentra entre los alumnos seleccionados para formar parte del programa Erasmus el próximo curso. Así, Ana partiría rumbo a Torún, Polonia para vivir, como mínimo, un cuatrimestre fuera del país.