Ana Soria sorprendió ayer al acudir a la plaza de toros de Granada para ver a Enrique Ponce torear. La joven estudiante de derecho llevaba varias semanas sin querer acudir a ver a su novio ponerse delante del toro por lo mal que lo pasó aquella vez en la que vio cómo el animal le dio una voltereta. Pero ayer decidió cambiar de actitud y volvió a mostrar su apoyo al torero en la plaza

Pero la tarde no terminó como Ana esperaba. Antes de que terminase la faena, la andaluza tuvo que abandonar su asiento y salir de la plaza de toros de forma precipitada.