No hay día en el que Patricia Pardo o Joaquín Prat no le envíen un mensaje a Ana Rosa Quintana, gesto que hace evidente todo lo que la echan de menos en la redacción. "No puedo ni quiero estarme quieta", decía tras anunciar su enfermedad, algo que está llevando a raja tabla y que esta misma semana Lecturas publica en exclusiva.
Lejos de recluirse en casa, la presentadora está aprovechando su ausencia frente a las cámaras para llevar a cabo otro tipo de compromisos. Hace solo unos días, disfrutaba de una comida junto a Omar Montes y esta semana se ha dejado ver junto a sus compañeros de programa, sus sustitutos: Ana Terradillos, Patricia Pardo y Joaquín Prat a las puertas de un popular restaurante de Madrid, reflejo de que son una auténtica familia también fuera del trabajo. Ana Rosa está animada y se siente fuerte, algo que también se ve reflejado en sus planes.
Todos posaron ante la prensa con la mejor de sus sonrisas y demostraron su alegría por reencontrarse con la jefa. Un encuentro de lo más distendido en los que Ana Rosa aprovechó para ponerse al día de todo lo ocurrido en su ausencia. “Me encuentro, como veis, estupendamente”, decía la presentadora en una de sus primeras apariciones públicas tras iniciar el "intenso" tratamiento contra el cáncer y a juzgar por su sonrisa eso no ha cambiado y es que su intención es restarle dramatismo a la situación: "Estoy fenomenal, la verdad es que estoy estupendamente. Este es un proceso por el que pasan muchas mujeres. Tampoco hay que dramatizar", contaba con naturalidad. Tal y como avanzó el día en que anunció su enfermedad seguiría al pie del cañón mientras fuera posible y lo está cumpliendo a rajatabla.
El día a día de Ana Rosa ha cambiado un poco. Ahora no tiene la obligación de despertarse a las 5 de la mañana para ponerse al frente de 'El Programa de AR', disfruta de mucho más tiempo junto a su familia y, por si esto fuera poco, está gozando de una mayor libertad para afrontar esa otra parte del trabajo que no se ve. La periodista se ha centrado en su productora