Ana Obregón está pasando sus días más difíciles. El pasado miércoles su hijo Aless Lequio falleció tras una dura batalla contra el cáncer. “Se me apagó mi vida”, fueron las palabras de la actriz tras perder a la persona más importante de su vida. Si algo caracterizaba la relación de la presentadora con el joven era la confianza que tenían y el amor que profesaban el uno por el otro. Tras esta pérdida irreparable, a Ana le toca aprender a vivir sin su hijo. Para hacer la situación un poco más fácil, Ana y su familia han tomado una decisión. La actriz se ha trasladado a vivir a casa de su hermana Amalia para no estar sola en su vivienda de La Moraleja.