Ana Obregón lo ha dejado todo en los últimos tiempos para acompañar a su hijo Álex en la lucha contra el cáncer, un camino de piedras que la artista ha aprendido a recorrer de puntillas, sin perder nunca la sonrisa. Además, prepara su vuelta al trabajo para febrero o marzo con una serie de televisión y una obra de teatro.
Dedicas todo tu tiempo a tu hijo, Álex.
-Eso está claro. Jamás he dejado de trabajar, pero en la vida hay prioridades.
¿Preparada ya para las Navidades?
-Sí. Este año he tirado la casa por la ventana, he puesto el árbol más grande y muchas luces por todos los lados. Álex se va con su padre en Nochebuena y en Navidad comerá con nosotros, después habrá algún tratamiento que hacer.
¿Estás cuidándolo en casa?
-No, no se deja. Él está en su casa y pasa conmigo algún fin de semana.
¿Qué balance haces de 2019?
-Soy muy positiva, a todo le doy la vuelta siempre, hasta en los peores momentos.
¿Y qué le pides al 2020?
-Antes, pedía una película o una serie, ahora, solo quiero salud para toda la familia.
¿Cómo está Álex?
-Fenomenal, saltaron las alarmas hace unos días pero era falso. Rogaría que con la salud de mi hijo no se juegue. No se trata de ninguna recaída, bajan las defensas con los tratamientos pero es lo normal. No para de trabajar, hasta en los hospitales está con el ordenador dale que te pego.
Se puede con todo…
-Se puede, yo no tengo ningún mérito, hago lo que haría cualquier madre. Tengo previsto volver a trabajar en febrero o en marzo. Aún no tengo nada firmado, pero me esperan para la serie y el teatro.
¿Cómo ves a Alessandro, tu ex, recién operado de la cadera?
-Solo a él se le ocurre operarse en este momento, pero bien, lo veo muy bien.
En Nueva York, tú estuviste allí todo el tiempo y él iba y venía.
-Sí, pero he sacado el lado positivo, todo esto me ha unido más a mi hijo. Como madre, he descubierto que soy muy fuerte.
¿Lloras a solas?
-Se aprende a llorar hacia dentro, por algún lado tiene que salir todo esto.