Mientras su hijo luchaba, siempre con una sonrisa, contra el cáncer, ella jamás dejó de rezar. “Juntos pedimos a Dios que te curara, pero no nos hizo caso”, le escribía a Álex en una emotiva carta poco después de perderlo. Dios no les escuchó, pero parece que Ana Obregón, ahora que Álex ya no está, sigue refugiándose en la fe para aprender a vivir sin él. “Solo le pido a Dios volver a abrazarte pronto”, ha escrito la presentadora, que desde que Álex murió no se había dejado ver.
Ha pasado un mes desde el fallecimiento de Álex Lequio. El hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio no lograba superar el cáncer contra el que llevaba luchando dos años y fallecía en Barcelona. A su lado, siempre y en todo momento, sus padres. Ana y Alessandro se refugiaban el uno en el otro para tratar de superar el trance más duros de sus vidas. Desde entonces, el colaborador de 'El programa de AR' y su pareja, María Palacios, han estado muy pendientes de Ana.
La presentadora no se había dejado ver desde las duras imágenes de su regreso a Madrid. Lo ha hecho ahora, de riguroso luto, acompañada por su hermana Celia, que como el resto de la familia sigue a su lado. Ana ha acudido a una iglesia cercana a su hogar y, tras pasar un rato en el interior, regresó, cabizbaja, de nuevo a casa de su hermana Amalia, donde pasa unos días. Sus hermanas no se mueven del lado de la presentadora en ningún momento.
Rota de dolor
Dos han sido las ocasiones en las que Ana Obregón ha querido romper su silencio. Dos cartas que la presentadora le ha dedicado a su hijo y a la que siempre fue su 'mejor amiga', su perrita Luna. A través de su cuenta de instagram, Ana ha expresado el enorme dolor que siente y las ganas de poder volver a abrazar a su hijo pronto. “Pido cada noche que muy pronto pueda estar con vosotros y volver a ser la familia que éramos para siempre. No sé como decirlo”, escribía en la última de las misivas.