Ana Obregón se encuentra afrontando la peor prueba: su vida sin su hijo Álex Lequio. Después de despedirle con una conmovedora misa funeral en la parroquia de Nuestra Señora de la Moraleja (Madrid), la actriz se desplazaba a su refugio familiar en Palma de Mallorca. Allí intenta encontrar paz y equilibrio después de los intensos momentos que lleva desde que Álex Lequio falleció hace ya más de un mes. Pero en 'El Manantial', todos los rincones le recuerdan a él. La ausencia de su hijo está más presente que nunca, produciéndole un dolor que atraviesa todo su ser.