La noche de las Campanadas sigue trayendo cola. Mientras que Cristina Pedroche sigue ajena a las críticas y al revuelo que causó su último estilismo, Ana Obregón no deja de agradecer el cariño que ha recibido en estos últimos cinco días. Entre todos los mensajes de gratitud, la actriz ha tomado el atrevimiento de desvelar cómo minutos después de la 12 campana no pudo evitar venirse abajo. A su lado, su amigo Raúl Castillo, más conocido como Ra, quien no le ha dejado sola ni un instante y se ha convertido en su mayor sostén.

El publicista, que acompañó a Ana Obregón en la Puerta del Sol, ha querido tener unas palabras de admiración para su gran amiga, un texto que inevitablemente ha hecho emocionarse a la artista.