Ana Obregón, de cena (y en casa ajena), somos todos

Y punto. La actriz, presentadora y bióloga nos ha puesto una sonrisa en los labios gracias a su participación en 'Ven a cenar conmigo, Gourmet Edition'. Y lo más importante, nos hemos dado cuenta de que todos nos hemos comportado exactamente igual, en algún momento de nuestras vidas, cuando nos han invitado a cenar en casa ajena. ¿No te lo crees? Pues te lo vamos a demostrar.

O no reconoces a la primera a quien te ha abierto la puerta de la casa. El típico momento en el que no sabes si es el marido, el padre, el amigo, la pareja, el hijo adolescente o el mayordomo de quien te ha invitado. En el caso de Ana, Lucía ha tenido que recordarle que coincidieron en una firma de libros en un Sant Jordi de hace unos años. "Fue la experiencia más humillante de mi vida porque ella firmó muchos más ejemplares que yo", ha rememorado Etxebarría. 

Cuando la noche empieza con mal pie y te hueles que eso no va a mejorar, acudir a los brazos de las bebidas espirituosas es lo más sabio. Luego ya con la cena, si eso, pues bajamos el efecto del alcohol. Sin embargo, ese puntito gracioso nos ayudará a capear mejor el temporal. ¡Hip hip hurra! En su caso, Ana y Lucía se han marcado un brindis en honor a una noche que ya se perfilaba como legendaria.

Le ha faltado tiempo a Anita para decirles a Víctor Janeiro y a Rappel que fuesen a echar un vistazo por la casa. Cotilleo puro y duro, vaya. Lo mejor ha sido el comentario del torero cuando, en una observación propia del mejor detective, ha dicho: "En esta casa hay muchos libros". Muy astuto.

El menú que les había preparado Lucía (tabulé, hummus, tajín del palo, falso quiché y tarta de galletas) no ha gustado nada a Ana quien, una vez sentada a la mesa, ha dicho: "Es que ayer estuve en urgencias con gastroenteritis y no puedo comer nada de lo que hay aquí". Una excusa que ni Víctor ni Rappel se han creído. Verdad o no, Anita no ha probado bocado en toda la noche y se ha evitado eso de decir "es que no me gusta". Chica lista.

Es esa cara que todos ponemos cuando no estamos comiendo algo, pero su sola presencia nos incomoda. Y Ana, como persona humana que es, no ha podido resistirse a hacer todo tipo de gestos faciales ante el festival culinario que tenía a su alrededor.

En un intento por ganar puntos con la anfitriona (ya que no ha probado ni uno de sus platos), Ana se ha ofrecido a servir la tarta de galletas. Todos, todos y todos lo hemos hecho. Gracias, Ana.

¡Alegría! No podía faltar este momentazo que ocurre en cada cena y/o comida de amigos y/o familiar en cualquier lugar del planeta. O por lo menos en España. Anita lo ha propuesto porque la noche se estaba viniendo a abajo y eso había que levantarlo como fuera.

¡Bendita tecnología! En ese momento en el que nadie habla y te aburres más que una ostra, es el momento de echar mano del móvil y mandar un WhatsApp a tus amigas para decirles que la cena está siendo un 'bluff'. En el caso de Ana, ella quería llamar a su madre, pero.... ¡no tenía saldo! En serio, Ana Obregón tiene un móvil de saldo. Anita, te adoramos.

De eso que te pasas toda la noche llamando Pepe a Luis y este, por educación, no te ha corregido en toda la noche. Pues Ana Obregón se ha dirigido a Víctor Janeiro como Jesús durante toda la velada. Un error que finalmente le ha corregido Rappel y por el que Ana se ha discupaldo, no sin antes reírse a carcajadas.

No falla. Todos hemos querido hacer de Cupidos alguna vez durante uno de estos eventos y Anita no podía ser menos. La presentadora, actriz y bióloga ha visto 'tema' entre Víctor Janeiro y Lucía Etxebarría. Querida Ana, que Víctor está casado. ¡Cuidado!

Y con cara de 'pues si me hubiese quedado en mi casa tampoco hubiese pasado nada'. Anita, eres muy grande. Que lo sepas.