Ana Obregón (67 años) ha brillado desde la Puerta del Sol con su look más deslumbrante del año. La presentadora ha despedido otro de los años más dolorosos de su vida. Si daba la bienvenida al 2021 solo siete meses después de haber perdido a su hijo Aless Lequio cogida de la mano de su amiga Anne Igartiburu, este noche ha vivido otras uvas marcadas por las pérdidas de sus padres. En esta ocasión, ha estado arropada por Los Morancos. La emoción ha estado muy presente y Ana ha aprovechado una vez más para enviar un profundo mensaje sobre el valor del amor y estar rodeado de lo verdaderamente importante.
Para dar la bienvenida al 2023 Ana Obregón ha lucido un vestidazo creación de Rubén Hernández. El diseñador iba a ser el encargado de vestir a Ana en las Campanadas del año pasado pero la presentadora tuvo que cancelarlas en el último momento tras contagiarse de Covid. Ahora, ha podido quitarse la espina y de qué manera. La presentadora ha vuelto a confiar, como en estos últimos años desde que perdió a su hijo, en el blanco, el color del luto en otras civilizaciones. Esta ha sido su forma de rendir homenaje a su hijo Aless Lequio. No obstante, ha ido jugando con las siluetas y los patrones.
Para despedir el 2022 y comenzar un nuevo año Ana Obregón ha apostado por un diseño inspirado en los años 50, realizado en georgette con incrustaciones de micro paillettes nacaradas que consiguen un efecto segunda piel. El vestido es de escote corazón hasta la cintura y con una sobrecola en corte capa en el mismo tejido del vestido. Tiene como detalle unos bordados artesanales en hilo de seda y cristales de
Swarovski.
Ha completado su look con unos zapatos joya de vinilo y cristales de Swarovski de Magrit y, una vez vez más, ha deslumbrado con una mágica selección de joyas de la firma Rabat, que han jugado un papel importante en su look para presentar un año más las tradicionales campanadas y saludar a un nuevo año lleno de brillo e ilusión. El maquillaje y la peluquería, una vez más, ha corrido a cargo de su amigo Alberto Dugarte.
Un look de gala lleno de detalles sofisticados y despampanantes pero sobre todo con mucho significado y de nuevo muchos guiños para los que ya no están pero que siempre acompañan a Ana.