Que sí. Que no. Que sí. Al final ha sido que no. Después de que en noviembre se anunciara la pareja formada por Ana Milán y Fernando Guillén Cuervo ponían fin a su romance, ahora se confirma su separación. Los dos actores firmaron los papeles del divorcio el pasado 15 de enero.
Pensamos que entre ellos podría caber una segunda oportunidad, pero no ha sido así. Las diferencias han podido más y el nuevo año lo han comenzado con una decisión sólida: el fin de su matrimonio de un año y medio de duración.
Se casaron en una romántica boda en el 2014, después de haber sido los novios más compenetrados de las tablas teatrales. Antes de darse el ‘sí, quiero’, estuvieron saliendo durante algún tiempo en el que pensaron que no sabrían vivir el uno sin el otro. De ahí, que quisieran unirse en matrimonio. Cada uno aportó a la familia un hijo. Además, dio la casualidad que los hijos de ambos tenían la misma edad y se llevaban de maravilla. Buscaron un domicilio en el que pudieran estar todos y así hicieron.
El pasado noviembre supimos que el actor se había marchado de la casa familiar. Había buscado un nuevo apartamento para él, que quedara cerca del colegio de los chicos y esto dio la primera pista de que el matrimonio estaba seriamente dañado.
La hermana del Fernando, Cayetana, en una gala confesó que le encantaría volverlos a ver reunidos, pero parece que ellos no están llamados a ser de nuestra lista de famosos que deciden darse una segunda oportunidad. Ellos, cuando toman una decisión, la acatan hasta sus últimas consecuencias.
Así se acaba esta pareja de actores que tenía tanta química en el escenario que nos hizo pensar que sería eterna.