Ana María Aldón se sentaba este domingo en 'Viva la vida' para hablar largo y tendido, y responder todos los frentes abiertos, sobre todo del conflicto familiar que enfrenta a Rocío Flores y su madre, Rocío Carrasco. La diseñadora le reconocía a Emma García que todavía hay días que se levanta pensando que está en Honduras y es que su paso por 'Supervivientes' le cambió la vida: "Todavía me despierto y estoy allí, con ganas de ir a pescar", manifestaba con cierta nostalgia.
Sin embargo, ha sido el eterno conflicto familiar lo que le ha llevado de nuevo a televisión. "No entiendo la postura de Rocío Carrasco pero hay que respetarla, allá ella con su vida y sus decisiones", manifestaba dejando muy claro que no está de acuerdo con la forma en la que la hija de Rocío Jurado trata el tema de sus hijos.
Haciendo gala de su sinceridad, Ana María Aldón se justificaba con Emma García, tras haber concedido una entrevista a la revista 'Semana', manifestando que no es nadie para juzgarla: "No la conozco, solo he coincidido una vez con ella. En mi casa no se habla de Rocío Carrasco" y aunque evitaba posicionarse a un lado u otro recuerda con dolor lo mal que lo pasó Rocío Flores: "Me da mucha pena, yo veo a esa niña llorar y se me parte el alma", sentenciaba.
Todos sus frentes abiertos
Antonio David Flores tuvo que hacer frente a una incómoda pregunta sobre Ortega Cano en 'Quiero Dinero' referente a su orientación sexual. Harta de esta situación que ha perseguido al diestro durante años, Ana María se mostraba molesta: "No me hace ninguna gracia, ni a mi ni a mi marido", manifestaba a la vez que aseguraba que no tenía ningún problema con el colaborador de 'Sálvame'. "David no tiene la culpa. Yo me lo tomo a broma. Mi marido es un señor y es un hombre muy hombre, no me preocupan estas insinuaciones".
De hecho, el matrimonio está en un momento tan dulce que sueña con una segunda boda: "El vestido me lo haré yo", bromeaba haciendo referencia a la sentencia que la obliga a pagar al diseñador de su primer vestido de novia.