“El núcleo está todo en orden, tranquilo”. Ana María Aldón trataba de calmar, una vez más, las aguas revueltas en su última aparición en televisión. No están siendo los mejores meses para la diseñadora. Tampoco para José Ortega Cano. El matrimonio, que este 27 de septiembre cumple cuatro años de casados, pasa por una de las peores crisis que ha vivido. Distanciamiento, cruces de acusaciones y tensión familiar que no termina de solventarse por ningún lado. En el centro, el bienestar del hijo que tienen en común. Ana María y Ortega viven el peor de los aniversarios. Una fecha señalada en la que, por el momento, hay poco que celebrar.
Aunque la ceremonia no tuvo lugar hasta tres días más tarde, Ortega Cano confesaba a la prensa que ya había formalizado el matrimonio con Ana María Aldón antes de reunir a todos los invitados en Sanlúcar de Barrameda. Había sido, concretamente, el 27 de septiembre y frente al notario Honorio Romero cuando la pareja se había dado el ‘sí, quiero’. Una todavía muy desconocida Ana María entraba a formar parte de la familia Ortega y pocos podían imaginar el revuelo que acabaría generándose con los años. ¿El principio del fin? Habrá quién pensará que sí.
Boda entre polémicas
La celebración del enlace del torero y la diseñadora acudía la plana mayor de los Mohedano. La hasta entonces familia política de Ortega Cano tenía un papel protagonista en el segundo matrimonio del diesto. Hasta el palacete donde tuvo lugar la parte más festiva del enlace acudieron Gloria Mohedano y su marido José Antonio, también Rosa Benito y, como no, Antonio David Flores acompañado de Olga Moreno y de sus hijos, Rocío y David. Una presencia, la del ex guardia civil, que pocos entendieron.
La relación de Ortega Cano y el exmarido de Rocío Carrasco había dado un giro radical desde el fallecimiento de Rocío Jurado. Del enorme dolor que provocó aquella famosa demanda que Antonio David presentó contra la cantante pasaron a tratarse con más que cordialidad, según el torero, para poder tener contacto con los hijos del colaborador de televisión. Una asistencia comentada, cuestionada y que, años después, ha sido la propia Rocío Carrasco la que ha podido valorarla en su documental ‘En el nombre de Rocío’.
El aniversario más complicado
El matrimonio formado por Ana María Aldón y Ortega Cano no ha estado nunca en peor situación que en la actualidad. Pese a los intentos para limar asperezas y reencauzar su matrimonio, no parece que los frutos vayan a verse a corto plazo. Aldón reclamaba un apoyo más explícito del torero, un reconocimiento y un cariño que no sentía y todo estallaba. Desde entonces, y ya ha pasado tiempo, la pareja ha reconocido sus diferencias y ha mantenido un entente por el bien del hijo que tienen en común.
¿Separación? ¿Reconciliación? El futuro dista mucho de estar claro para la pareja. Por el momento, comparten techo y, a juzgar por las últimas palabras de Ana María Aldón en ‘Ya es verano’, el trabajo de recomposición está en marcha. “No estoy diciendo que sea maravilloso pero tenemos una cordialidad y un respeto máximo. Estamos echando la espuma para fuera”. Con esta situación, se hace difícil imaginar un aniversario al uso pero no hay ocasión mejor para poner las cosas sobre la mesa.
El papel de Ana María
La posición de Ana María Aldón en el seno de los Ortega siempre ha estado cuestionada. La paz que se instalaba tras el enlace duraba más bien poco. La diseñadora, al lado de su marido y velando por los suyos, trataba de mantenerse en un plan discreto. Centrada en sus estudios, en labrarse una carrera y sin quedar dar el paso en público, la presencia de Ana María se iba sentando en un entorno que no dejó de ser hostil. Hasta que llegó ‘Supervivientes’ y ya todo cambió.
Como le ocurriese a Rosa Benito en su edición, el fichaje de Ana María como concursante de ‘Supervivientes’ supuso un cambio radical en la vida de la mujer de Ortega Cano. Mucho más fuerte y segura, mucho más empoderada, la Ana María que regresaba de Honduras poco tenía que ver con la que se marchó semanas antes. Empezaba también la faceta televisiva de la diseñadora. Ana María se sentaba como colaboradora en Telecinco y pasaba a ejercer como personaje con todo lo que ello supone.
Tensiones como Gloria Camila
A estas alturas, resulta evidente que la relación entre Ana María Aldón y Gloria Camila, hija de su marido, está completamente rota. Desde la famosa pelea que pujo en jaque la paz familia y de la que Lecturas ofreció todos los detalles en exclusiva, la tensión entre ambas no ha cesado. Desde sus respectivos platós de televisión, Ana María y Gloria Camila han intercambiado acusaciones y desplantes que la diseñadora ha tratado de resolver de la forma menos dolorosa. “De mi boca no ha salido, de mi marido tampoco, supongo que será de la otra persona que estaba allí”, afirmaba Ana María en referencia a quién pudo contar lo ocurrido en su casa. Una evidencia que no deja margen a la duda.
¿Ha tenido algo que ver Gloria Camila en la distancia que han vivido Ortega Cano y Ana María en los últimos tiempos? La relación entre padre e hija ha sido siempre más que cercana. La joven evidenciaba su preocupación por dejarle solo al tener que ingresar como concursante de ‘Pesadilla en el paraíso’. Delicado de salud y afectado por la polémica, el torero mostraba su cara menos amable tanto a los reporteros como en los programas de televisión. Las aguas siguen muy revueltas en casa de los Ortega.