'Supervivientes 2020' terminó a principios de junio dejando atrás la que sin duda ha sido la edición más dura y extrema de su historia. Ana María Aldón, tras retomar su rutina junto a su marido, José Ortega Cano, y su familia, ha usado sus redes sociales para hacer balance de su aventura, que le ha marcado y cambiado la vida.
"Agradecida de todo corazón a los que sin dudar apostaron por mí", ha escrito la diseñadora en Instagram, donde tímidamente está recuperando la actividad. Lo ha hecho con una imagen en la que aparece muy favorecida y en la que aún son visibles las marcas que 'Supervivientes' ha dejado en su cuerpo. Aldón, casi un mes después de la aventura aún tiene en sus piernas las 'heridas' de guerra que le dejaron sus más de tres meses en Cayo Paloma. Y son muy llamativas.
A la pérdida de kilos, en su caso casi 10, hay que añadir su radical corte de pelo, al que le ha dado su particular estilo y le está sacando mucho jugo, y todas las cicatrices que siguen muy visibles en su cuerpo por las picaduras de insectos y heridas de la pesca y la búsqueda de leña y almendras.
Ana María Aldón decidió participar en 'Supervivientes' para darse a conocer y liberarse por completo. En la isla aprendió a nadar, a convivir y peleó hasta hacerse con el segundo puesto del concurso, que finalmente ganó su compañero Jorge Pérez. La mujer de José Ortega Cano se está tomando su vuelta con calma y se enfrenta a un verano tranquilo junto a su marido y su hijo José María.