Tiene muy clara su verdad. Ana María Aldón se sinceraba en la portada de ‘Lecturas’ tras haber vivido todo tipo de desprecios por parte de la familia de su marido, José Ortega Cano. La colaboradora no solo se atrevía a dar un importante paso al frente, sino que, además, tenía que volver a enfrentarse a los ataques de su familia política pocos días después. Un mal trago que Aldón ha querido pasar poniendo tierra de por medio. Ana María ha cogido las maletas para hacerse una escapada de lo más gastronómica a Barcelona. La colaboradora es ahora imagen de un gazpacho.
La aparición del sobrino de Ortega Cano ha sido ya la gota que ha colmado el vaso. Ana María Aldón lleva semanas soportando el desprecio de los familiares de su marido y ya no puede más. La colaboradora de ‘Viva la vida’ contaba su verdad desde las páginas de ‘Lecturas’ y, una vez más, se armaba la revolución. Sincera y muy directa, Ana María ya no se calla ni piensa hacerlo.
Tras el último mal trago, la mujer de Ortega Cano ha decidido desconectar lejos de los suyos. Feliz y de lo más estilosa, Ana María ha pasado unos días en Barcelona. Allí ha podido disfrutar de los mejores restaurantes y lucir corte de pelo y estilazo en varias sesiones de fotos. Desde que marcase tendencia con su radical peinado, Ana María Aldón es ahora toda una estrella y se nota en su actitud vital. La colaboradora, además, da el paso y se ha convertido en imagen de un gazpacho.
Otro pequeño disgusto
Si no tenía bastante con sacar las garras frente a las insinuaciones de su familia política, Ana María Aldón ha pasado unos momentos de agobio por la salud de su perro. Así lo explicaba ella misma a los reporteros. Por suerte, todo se ha quedado en un susto que no ha ido a mayores.