Ana Fernández: "Sigo respirando"

Para la actriz el trabajo está siendo una tabla de salvación

Ana Fernández (25)

La vida sigue. Ana Fernández lo cuenta. Creyó que iba a dejar de respirar, pero… No. Siguió respirando. Y viviendo… Santiago Trancho, su chico, su amor, moría en la carretera y la dejaba aquí sola, un trance en el que crees que vas a perecer tú también, pero los días pasan, la gente te arropa y… eso sucede sólo en las novelas rosa y en las películas. Porque precisamente, paradojas del destino, ella acaba de terminar su primer trabajo como protagonista, 'Solo Química' de la que nos habló en exclusiva para Lecturas, y aunque el trabajo es su tabla de salvación, la procesión debe de pasar por dentro. Porque Ana se protege al máximo, se concede escasas licencias personales, aún dice que no es capaz de hablar de lo que le ha pasado, que quizás nunca lo haga, pero que agradece el cariño y el respeto que se le muestra. No es porque sea frágil, al revés, es muy dura. Se ha roto un hueso del pie y mantiene la pose frente a los fotógrafos con el rictus y el rouge de la boca perfecto porque la publi de Braun manda pero… Ay de ti si en un descuido la pisas

“Si me pisas, te doy eh?”

Hija, tranquila…Es que me da no sé qué verte así y ya sabes que es no querer para zasca, la ley de Murphy… ¿Cómo te lo has hecho?

En la Costa Brava, que ya sabes que las playas no son completamente de arena, sino que hay roca y en la publi tenía que correr y mira… Al principio, ni me di cuenta, luego, por la noche, me empezó a doler y estaba totalmente hinchado.

¿Qué te ha dicho el médico?

Que se me ha roto un huesecito justo por la mitad… Y que reposo.

Vaya… Y por lo demás…

Pues aquí. Bien. Con Braun. Contenta. Que la publi me ha salvado de vivir debajo de un puente… (risas)

Si estás de estreno…

Es verdad, es verdad… El 24 de julio, 'Sólo química'

Ana, imagino que el trabajo te está sirviendo para tener la cabecita ocupada y no pensar en otras cosas, rollo tabla de salvación ¿no?

El trabajo siempre es una tabla de salvación. Yo, esa gente que dice qué ganas de vacaciones, no la entiendo (risas)… Son tantas las épocas de vacaciones forzosas pagadas o sin pagar, que eso a mí sí que me desestabiliza muchísimo. Creo que todas las personas necesitamos tener un horario, algo fijo a lo que agarrarte en el día a día. Y cuando estás un poco más plof o más sensible, lógicamente, ayuda…

Después del shock, ¿cómo te encuentras?

Pues respirando. Cuando pasan cosas así crees que no vas a volver a respirar, y no, sigues respirando… Y haciendo pis, y comiendo… Y si alguien se tira un pedo es probable que me ría… Así de bestia te lo digo. (risas)

Ya veo que sigues riéndote….

Bueno, si algo me hace gracia me río… Si no, mi cara es un poco más neutra. Siempre han dicho que soy un poco distante, pero es que cuando no conozco a la gente, yo no soy de esas qué llegan a un sitio y todo es qué risa y qué ideal.

Pero el apoyo de tus compañeros y de la prensa ha sido casi abrumador…

Todo el mundo se ha portado genial. Y sí, quizás ahora más. Mi gente es maravillosa. Mi repre, mis compañeros, todo el mundo con el que he trabajado este tiempo, que te vas a hacer unas fotos fuera y se crea un gran hermano y todo el mundo siempre me ha dado mucho cariño. La gente se ha portado muy bien conmigo en general.

Dicen que también ayuda a poner el contador a 0 es haciendo un viaje o yéndote a trabajar en un lugar alejado ¿Te ronda la idea?

Me gusta por ejemplo Argentina. Por el idioma, porque el inglés no me gusta y tengo que ponerme a ello, pero yo soy muy 'familiera', apartarme de mi familia, de mis padres, de mis hermanos… Me da un poco de cosa. Unos meses sí, pero estar sin ellos una temporada larga… Lo pasaría mal.

¿Y el color rubio del pelo también es un punto y aparte?

Es que he estado siempre con el mismo pelo y hay veces que la industria se hace una imagen de ti muy definida y no es capaz de imaginarte de otra manera, así que ahí estas tú para decir, si no me imaginas, ya te lo enseño yo. Y el verano, con el calorcito, es más cómodo…

El rubio es una adicción casi incurable …

¿Sí? ¿Ya no vuelves a tu color natural? ¿nunca más? (risas)

Dicen que tu personaje en 'Solo química' se parece tanto a ti que por eso lo has hecho, para diferenciarte…

(risas) Qué va. No me importa. Mi personaje y yo tenemos muchísimas cosas en común. Mira, cuando estaba Alfonso Albacete trabando en él, definiendo la peli y el guión, quedábamos y él me observaba mucho, para pillarme cosas, la manera de expresarme y todo eso… pero eso ocurría hace 5 años… entonces tenía 20 y tenía otra froma de ser, otra madurez… Yo en ese tiempo he ido creciendo, aprendiendo cosas, y cuando he interpretado a Oli y la he visto me he dado cuenta de que era yo hace cinco años

¿Eras muy distinta?

Espero seguir siendo coherente. Ser como soy. Bastante coherente con todo el mundo.

¿Este ha sido el año en el que más rápido has crecido?

No lo sé. Dentro de unos años, ya te lo contaré… Jo… Me gusta que los periodistas estéis preocupados y que me pregunteis con cariño y respeto, pero lo que pasa es que me protejo muchísimo. Si algun día quiero hablar, ya lo  haré, aunque no creo. Pero ahora no lo voy a hacer. No tengo ganas.

Desconectamos entonces… ¿tú con qué sueles hacerlo?

Me desenchufo bastante de las historias cuando duermo. Si es necesario que durmamos todos los días, por algo será… Y también escucho mucha música. Voy siempre enchufada.

¿Qué escuchas?

Rock de los 60 y los 70, lo que me ponía mi padre cuando era pequeña… Pero con un Enrique Iglesias también me echo unas risas…

Te falta cantar en una peli…

Es verdad. Ya hasta he boxeado… en la próxima.

¿Hay próxima?

Sí. Y si todo va bien, tendré otro proyecto con Alfonso (Albacete) para principios del año que viene.

Qué maravilla. Pero si estrenas en verano y en enero rodaje, veo que de playa nada…

Me da que solo aprovecharé unos díítas para ir a la playa, pero espero que pocos. Crucemos los dedos para que salga una serie y que tenga unos mesecitos de rutina. Hago un llamamiento desde aquí.

Llamamiento hecho. ¿Te gustaría volver a la tele?

Sí, sobre todo, por la tranquilidad y la estabilidad que da. Tener unos horarios… Jo, es que la tontería de tener una nómina en este trabajo te la da una serie… Claro que me gustaría hacer una o dos pelis al año y luego mirar al cielo, pero los alquileres ni las facturas esperan…

Pero tú con Protegidos supiste lo que es estar arribita arribita

Eso forma parte de lo que vivimos los actores. Es imposible estar siempre arriba como también es muy posible que no salgas nunca de abajo… A veces lo petas con una serie y luego, te quedas en casa unos meses… Son modas. Un grupo de actores trabajan más una época, otros menos, luego cambian las tornas… El movimiento es constante.

Qué madurez…

(risas) Uy que no. Esto te lo estoy contando así de seria y luego llego a casa un día sin curro y me da una lástima… No tiene nada que ver con la madurez. Imagino que tiene que ver con tener paciencia mental y templanza para rodearte de compañeros, de amigos, de repres que cuando te va lo mejor del mundo, te haga ser coherente de las cosas y que cuando te agobias porque no te va bien, también. Ser actriz es un trabajo tan poco estable… En el que además no eres dueño tampoco de tu trabajo… Una serie de personas decides si vas a trabajar ese año o no…son muchas esperas… Y no sabes si después de la espera, saldrá algo...

Tranqui

Sí… Porque entra ansiedad… (risas). Y para eso tienen que estar tu familia, tus amigos, tus gente, para calmarte y para intentar que tengas un poquito de estabilidad.