Dicen que nadie está preparado para la muerte y es que el dolor de la pérdida de un ser querido se queda impregnado para siempre en el alma y más si como en el caso de Paz Padilla ha tenido que despedirse del hombre de su vida, esa persona que la hizo inmensamente feliz en vida. Antonio Juan Vidal fallecía a los 53 años el pasado sábado en Madrid tras luchar contra una larga enfermedad. Tal y como él quería, sus restos han sido trasladados hasta el cementerio de Zahara de los Atunes (Cádiz), el mismo lugar en el que hace apenas cinco meses, la humorista daba el último adiós a su madre Lola.