Amanda, la expulsada que nadie esperaba (ni ella misma)

Anoche, ‘Gran Hermano’ nos volvió a demostrar que el formato no está agotado. Mercedes Milá gastó la jugarreta de su vida a Amanda, expulsada por sorpresa cuando pensaba que se había librado. El planteamiento parece un juego de Puzle, el villano de ‘Saw’.

Repasemos qué fue exactamente lo que ocurrió en la casa y que dejó a todos alucinando. Cuando los cuatro nominados estaban en la sala de expulsiones, Milá comunicó a las dos chicas que podían volver a la casa, algo que ellas interpretaron como que estaban salvadas, pero la presentadora en ningún momento había dicho tal cosa. Suso y Ricky pensaron que entre ellos andaba la expulsión, por lo que estaban hechos un manojo de nervios. Marina y Amanda, completamente relajadas, charlaban con sus compañeros sin saber la que se les avecinaba. Cuando Mercedes anunció el nombre del concursante expulsado nadie dio crédito. Pensaron que era una especie de broma y que Amanda se marcharía a ‘la otra casa’.

La verdad era otra bien distinta. En el plató esperaban todos con ganas de abrazarla y felicitarla por su paso por el reality. Y es que Amanda se ganó a todos nada más poner un pie en Telecinco. Mercedes se rindió a ella cuando le dijo “qué ganas tenía de verte” y el público aplaudía cada una de sus intervenciones, sobre todo cuando le dijo a Quique que él con sus estrategias había sido el responsable de que el grupo se dividiera.

El resto de sus compañeros se quedaron destrozados. Han fue quien más lo expresó. No entendía la decisión del público y gritaba de rabia e impotencia. Su mejor amiga Raquel la abrazaba y parecía no querer dejarla salir, pero, al final, la tuvo que soltar.

Tan mal estaban los chicos tras la salida de Amanda, que ni disfrutaron la visita de Aless Gibaja, con sus ‘selfies’, sus ‘superconsejitos’ y su buenrollismo arcoiris. Todos estaban aún shockeados por la salida de la rubia.

Está claro que en la edición de los secretos, ‘Gran Hermano’ aún tiene muchos medios para sorprendernos. Y es que Mercedes no hace más que repetir que este año “las cosas no son lo que parecen”.