A la propia Amaia Romero le costó darse cuenta que aquella voz que oía que, a todas luces parecía la suya, no lo era. Los giros eran los mismos, la forma de pronunciar idéntica, las expresiones… acababa de escuchar a Ana Marco, su mejor imitadora. Una chica de Sevilla, que solo tiene dos años menos ella, que recuerda OT1 por lo que le ha contado su madre, y con la que comparte sueño.
Lecturas ha hablado con este jovencísimo talento no solo de la imitación, sino también de la música. Ana, nos cuenta que, al igual que Romero, ella también ha pasado su infancia estudiando partituras, arpegios y arreglos. Mientras que Amaia ha dado clases de piano, guitarra y batería, su ‘doble’ andaluza lleva desde los ocho años acudiendo al conservatorio de Sevilla a estudiar arpa. Las dos viven por y para la música, por eso ha entrado de lleno en esta edición de OT, “ver día a día cómo trabajaban para mejorar ha sido increíble porque adoro la música”. Asegura que tener acceso virtual a las clases y a los ensayos ha sido definitorio en su inmersión total en la vida de los chicos, “con el canal 24 horas me sentía muy unida a la Academia”. “Yo más que ver el programa lo he vivido”, resuelve.
Ana está sorprendida por el revuelo que se ha levantado en torno a ella tras ver cómo, de la noche a la mañana, su imitación se hacía viral y dejaba de ser una broma entre amigos para ser algo más. Porque así fue como descubrió este ‘don’ para clonar la voz más aplaudida de los últimos meses, “estando en clase con unos amigos hablando de OT nos pusimos a imitar a los chicos y al imitar a Amaia todos se quedaron flipando y me dijeron que me parecía muchísimo”. La siguiente pregunta parece clara, si ‘clava’ su forma de hablar, ¿también lo hace cuando canta? “Bueno, cantar, canto. No me considero la mejor cantando pero tampoco creo que sea mala. Creo que con el tiempo iré mejorando y espero poder alcanzar un nivel bueno como el de Amaia”.
Pero ocurre una cosa, Ana tiene un conflicto de intereses: imita como nadie a Amaia, pero es ‘cepedista’. Cuando la situamos ante el duelo definitivo, a le cuesta decantarse. “¡Es muy difícil elegir, son muy diferentes! Pero creo que me quedaría con Cepeda porque ha sido un concursante que me ha marcado muchísimo, se ha convertido en un gran referente en mi vida, pero eso no quita que Amaia sea para mí también increíble, su naturalidad, su forma de cantar... ¡Me encantan los dos!”.
Le auguramos un brillante futuro. No ya como doble de Amaia, ni la fan más total de Cepeda, sino siendo, simplemente, Ana Marco.