La reaparición de Amador Mohedano en los platós, concretamente el viernes día 14 de marzo en ‘De viernes’, ha traído nuevas polémicas. De hecho, ha llevado a conocer como es en la actualidad su relación con su exmujer, Rosa Benito, figura sobre la que giró gran parte de la entrevista que concedió el hermano de Rocío Jurado.
“Los mejores años de mi vida me los dio Rosa”, explicó cabizbajo después de contar que, aunque en los últimos años habían estado más cercanos y hablaban de vez en cuando, ya hace ocho meses que ella decidió bloquearle el teléfono y cortar toda comunicación. Según sus palabras, ni ella ni sus hijos quieren darle explicación alguna al respecto. Piensa que es porque no quiere que hable de ella, aunque no lo entiende, “siempre que he hablado de Rosa, la he puesto por las nubes”.
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El mal de amores no es el único de sus problemas. A este se le unieron las deudas, por las que han estado marcados los últimos quince años de su vida. Amador contrajo una deuda con Hacienda que le ha llevado a perder la finca que su hermana le dejó en herencia. La llamada 'Finca los Naranjos', que después él rebautizó como ‘La más grande’. Se ha hablado muchísimo sobre este tema y es que no ha estado exento de polémica. Pero ahora las cosas están muy claras, de hecho, el gran titular de la entrevista concedida por Amador es que por fin ha saldado la deuda de casi doscientos mil euros que mantenía con Hacienda, y lo ha hecho perdiendo la finca que su hermana le legó y en la que sigue viviendo.
¿Cuál es la situación actual de 'Los Naranjos'?
Sigue viviendo allí, pero no es suya. En la finca había un terreno muy grande, del que él vendió tres mil metros en el pasado, una zona de plantación llena de naranjos con todo su sistema de pocería y riego en pleno funcionamiento y otra parte yerma en la que se encuentra la casa. La finca era a partes iguales de él y de su hermana Gloria, pero, debido a sus deudas, su mitad salió a subasta el pasado mes de junio y se vendió. Aunque solo su mitad. La otra mitad sigue perteneciendo a Gloria.
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En su momento, él explicó que estaba muy tranquilo porque nadie iba a echarlo de su casa porque la casa estaba en la parte de su hermana, ahora eso no está tan claro. El nuevo propietario de la mitad de la finca, a principios de año, en una reunión entre los tres, pidió tener más metros de la misma, si ellos querían quedarse con la parte de la edificación. A lo que Gloria, en principio, se negó y, por tanto, tomaron la decisión de llamar a un topógrafo que midiese bien el terreno para poder tomar decisiones en base a eso.
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Y es en ese punto en el que están ahora. Todavía no es seguro que pueda quedarse con la casa, que en todo caso, siempre será de su hermana y no suya, pero no parece que en realidad vayan a existir problemas mayores para ello, lo que, sin duda, después de todo lo ocurrido, es una gran suerte para él y para su hijo Salvador, que vive junto a él en el campo.
Problemas con Rosa Benito
Su exmujer, por su parte, se ha limitado a dejar claro que “no va a decir nada”, y así lo ha hecho. A pesar de que Amador solo le dedica halagos, "lo único que puedo decir de Rosa es que los 35 años que he vivido con ella he sido el más feliz del mundo", hay cosas que no entiende. "He tenido mis fallos, por supuesto, pero me duele porque es la madre de mis hijos, que no me atienda ni el teléfono...", decía con pesar.
Y es que reconoce que lo ha llegado a pasar muy mal: "cuando yo recibí una carta del abogado pidiéndome el divorcio, me quedé muerto", asegura, "yo no me lo hubiera imaginado". "Lo pasé fatal durante dos o tres años, de psiquiatras, de no querer salir de casa... he sido muy feliz con Rosa, y me quedo con que no es que se me haya ido de la cabeza, pero ya se terminó el amor", afirma. En su momento más bajo, pensó en acabar con todo. "Hay días que piensas 'me falta la vida' y más de una vez me dieron ganas de saltar, pero pensaba en mis hijos y pensaba en todo...", a esto se le añadió que también empezó a tener problemas con el alcohol, como él mismo ha reconocido.