Sin duda, los Juegos Olímpicos de Paris, están siendo el evento de este verano como lo son siempre que se celebran. Y como siempre, hay quién le remueven un poquito el corazón, como es el caso de Almudena Cid, para la que siempre es emocionante recordar sus muchos años como gimnasta subida al tatami esperando una valoración. Ahora su vida ha cambiado mucho, tanto que después de llevar a España hasta el cuatro ocasiones a la final y después dejar de competir, ahora regresa para vivir está experiencia desde un punto de vista completamente diferente, el de comentarista. Ya lo había hecho junto a la gran Paloma del Río, que se retiró el año pasado, y ahora será ella quién tome las riendas de la situación, algo que según ha confesado la tiene igual de emocionada que de nerviosa.
“Preparando la retransmisión de la rítmica, veo lo difícil que es llegar a una final, veo esa carita inocente y se me estruja un poquito el corazón” escribía en sus redes junto a un video de sus primeros Juegos Olímpicos en 1996, en Atlanta. Casi 20 años más tarde, Almudena es otra mujer, entonces tenía 16 años, ahora tiene 44 y ha pasado por momentos que seguro que no habría imaginado, como un amargo divorcio de Christian Gálvez, y el intento de triunfar en diferentes profesiones, algunas con mayor éxito que otras.
El nuevo proyecto empresarial de Almudena Cid
Lo que tampoco hubiera esperado aquella niña que tenía todas sus ilusiones puestas en triunfar como gimnasta, es en convertirse en un día en alguien cuya vida es de interés general, alguien capaz de acaparar los flashes de los photocalls y a quién no le quedó más remedio, después de casarse con uno de los presentadores más conocidos a nivel nacional, que comenzar a dejar la timidez a un lado y charlar con la prensa con la candidez que la caracteriza.
Y eso, sin duda, es una experiencia que le será muy útil ahora que ha decidido dedicarse en cuerpo y alma a un proyecto que quizá, sin saberlo, sea donde logre llegar a lo más alta, amén de sus logros como deportista. Y es que ha montado su propia agencia de organización de eventos, y aunque puede que nunca antes hubiera organizado uno, lo que es seguro es que ha acudido a muchísimos y muy diferentes y esa vivencia es un plus.
Crewa Digital Agency SL es la sociedad que ha dado de alta para llevarlo a cabo. Comenzó su actividad este mismo 2024, por lo que de momento no es posible consultar cuentas, pero si se puede afirmar que ya ha organizado más de un evento. El primero de ellos fue un torneo de pádel solidario a favor del autismo el día 2 de abril, al que acudieron diferentes personas famosas y que a juzgar por las imágenes que se compartieron fue todo un éxito. Después confió en ella la firma Elisabetta Franchi para presentar su nueva colección en la calle Serrano.
“Siempre he sido una persona muy creativa. De hecho, en el mundo de la gimnasia he intentado, todo lo que he aprendido del mundo del espectáculo, aplicarlo a ese mundo. Hay un evento cada año que se hace en el mundo de la rítmica al que yo le doy una vuelta de tuerca. Siempre pensaba ‘si estas ideas pudiera llevarlas a algún sitio’… Entonces me junté con mi amiga Carla, que se dedica al marketing digital, y juntas pensamos que podríamos hacer cosas. Estamos empezando muy tranquilamente” decía ante los micrófonos de la revista Hola hace solo un par de meses.
“Entonces ha salido este proyecto, que se llama Crewa, Cre (de creatividad), y Wa (es una palabra japonesa que representa la inspiración y la calma). Y no tenemos ninguna pretensión más que proyectar las ideas que tenemos, y si surgen nuevas ideas, llevarlas a cabo, pero… no tenemos ninguna ambición desmedida” continuaba, dejando claro que quieren ir despacio, con buena letra y disfrutando del proyecto.
Y es que así es como se ha tomado la vida Almudena después de haber sufrido mucho tras su divorcio, ahora ha aprendido a escucharse a sí misma, y tiene muy claro lo que quiere y lo que no quiere para su vida. En la que además ha dejado entrar al exfutbolista Gerardo Berodia, del que ya hace meses que presume en redes sociales y con quién empezó una relación con mucha cautela, pero que ha resultado ser tan bonita que ahora no hace más que hacerle sonreír.