Llevábamos semanas que no veíamos a nadie cruzar el famoso puente de las emociones en ‘Supervivientes 2023’. En la noche de este martes le ha tocado el turno a Alma Bollo (23 años), que no ha podido evitar derrumbarse totalmente al tener que hacer frente a determinados recuerdos complicados y duros, entre ellos los relacionados con su padre Chiquetete, por los que sufrió tanto ella como su familia.
La hija de Raquel Bollo (47 años) se ha abierto en canal y ha acabado llorando a lágrima viva tras sacar a florecer muchos sentimientos que hasta hoy tenía ocultos y escondidos. Además, este reto le ha llegado en uno de sus peores momentos del concurso. La semana pasada sufrió un repentino bajón, con el que quiso abandonar. También ha tenido que superar el abandono del reality de su hermano Manuel Cortés (28 años) por cuestiones médicas. Y, por si fuera poco, se encuentra nominada cuando tan solo quedan unas pocas semanas para la final.
El inicio del puente de las emociones de Alma
Lo primero que le comenta la presentadora es si se encuentra preparada para poder cruzar ese puente, debido a todo lo que va a salir a flote. La andaluza reconoce que “es una parte esencial que tengo que hacer para continuar con mi camino”. Así que sin más dilación procede al primer de los cuatro escalones, que son: infancia, soledad, culpa y perdón. En el último, ha sido donde ha hablado de su padre Chiquetete.
“Desde que tengo uso de razón, mi infancia solo recuerdo a los tres pilares de mi vida: mi madre, mi abuelo y mi abuela. A pesar de todo y de todas las adversidades con las que mi madre ha tenido que luchar y con ella mis abuelos, nunca nunca he sido una niña infeliz”, comienza. “He sido muy feliz y he tenido todo lo que he querido y más. Una infancia que todo el mundo desearía, donde me han dejado ser, que creo que es lo más importante y gracias a eso soy la mujer que soy. Ha sido una infancia increíble, maravillosa y rodeada de amor”, concluye.
La soledad de Alma Bollo
La concursante ha avanzado al siguiente escalón del puente: la soledad. “Conforme iba creciendo me iba dando más cuenta de las cosas que iban faltando en mi vida, como por ejemplo una figura paterna. Es cierto que he tenido a mi abuelo pero sientes esa soledad”, explicaba la hija de Chiquetete. Precisamente sobre su padre ha dicho lo siguiente: “Había muchas preguntas que estaban incompletas y que nadie podía resolvérmelas. El papel de mi madre era quitarme dolor, pero no podía responderme a eso”. Tras esto, ha lanzado una importante revelación: “Esa soledad no la superas, aprendes a vivir con ella”.
Y la sevillana continúa explicando el otro momento de su vida en que ha sentido esa soledad. “Con 19 años me quedo embarazada y vuelve la soledad. Nadie me comprende, yo no puedo dar marcha atrás”, decía. Acto seguido contaba el ejemplo a seguir que es para ella su madre en todos los aspectos. “Me encuentro con la soledad, me voy lejos de mi familia y hay muchas cosas que se me repiten. Después vuelvo a casa y soy recibida con los brazos abiertos”, finaliza antes de pasar al siguiente peldaño.
La culpa de Alma Bollo
“He sido muy complicada. Mi adolescencia no ha sido fácil. He hecho sufrir mucho a mis abuelos, con mis contestaciones, mi desobediencia…”, empezaba. “Menos mal que era buena estudiante”, relataba entre risas. “He hecho sufrir mucho a mi madre y la he hecho sentir muy culpable porque mi madre se llevaba mucho tiempo fuera de casa, para pagarnos a mí y a mi hermano lo mejor y que no nos faltase de nada. Yo la castigaba diciéndole que como me iba a conocer ella si ni si quiera me había criado ni había estado con nosotros”, contaba la hija de la diseñadora.
El perdón de Alma Bollo
En este último escalón ha sido donde la superviviente más se ha venido abajo. “Le quiero pedir perdón a ella, a mis abuelos, a mi hermano. A todo el mundo que he culpabilizado por mi propia culpa, ya que no he sabido estar a la altura en muchas situaciones. Ellos se merecen el mayor perdón del mundo”, exponía. Visiblemente emocionada y tratando de aguantar las lágrimas decía que “lo que me está costando no llorar”.
Sobre su padre Chiquetete, ha contado que “cuando llegue aquí y salió el tema de mi padre hablando con mis compañeros y que no estuvo a la altura. Pero hay algo que a mí me atormenta desde que el fallece, yo no consigo perdonar a esa persona, por lo que hizo pasar a mi madre, a mi hermano y a mí. No consigo perdonar que me abandonase y que nunca tuviese una explicación. A mí me atormenta porque creo que en este caso este perdón yo lo necesito para que me dé paz”, declaraba Alma.