Las mañanas tiene una nueva reina. A Ana Rosa Quintana, Susanna Griso y María Casado, se une Alicia Senovilla. La presentadora ha sido la elegida para revitalizar el show matutino de Telemadrid. Toda una alegría para los que, hace tiempo, seguían la carrera de uno de los rostros que más ha marcado la televisión. Sin ir más lejos, fue ella la descubridora del gran fenómeno de la historia reciente: ¡Belén Esteban! Con la que, al parecer, no terminó nada bien... ¿Qué pudo pasar entre ellas?

La vuelta de Alicia Senovilla a la actualidad ha hecho que nos invada la nostalgia y recordemos aquel Como la vida que tantas alegrías nos dio. De repente, la presentadora se convertía en la única capaz de arrebatarle cierto liderazgo a la reina absoluta de las mañanas, María Teresa Campos. Y no le iba nada mal. Claro que el tiempo pasó, los cambios de cadena afectaron y Senovilla terminó cambiando las mañanas por los realities y las sustituciones veraniegas de algunos programas.

Ahora, con fuerza renovada y más ganas que nunca, la presentadora pretende hacerse un hueco en el horario que más alegrías le dio gracias a su fichaje por Telemadrid. Y como no, ha querido echar la vista atrás para retrotraerse a uno de los momentos más importantes para entender la televisión actual. No exageramos ni una pizca. Senovilla fue la que vio en Belén Esteban el potencial que, años después, desplegó. “Cuando llegó era muy inocente, tenía muchos miedos, no sabía nada del mundo de la televisión”, ha contado en Ecoteuve.

“Un día teníamos las revistas encima de la mesa y salía Belén Esteban, que acababa de romper con Jesulín. El director me preguntó qué me parecería ella. Y a mí me daba pena por la situación que estaba viviendo y la llamamos”, ha explicado Senovilla. De no ser por ella, ahora no tendríamos princesa del pueblo. “Quise mucho a Belén, le tuve mucho cariño, la protegí, la adopté como si fuese mi hermana pequeña”.

No obstante, con el tiempo se fueron distanciando. “Me convertí en su hermana mayor. Quise darle consejos que le podían beneficiar, pero ella no lo entendió así”, ha narrado la presentadora. “Era una guerra perdida para mí y fue un desgaste a nivel personal”. Senovilla, muy sincera, ha querido recordar que la quiso mucho pero que cogieron caminos diferentes. “Pasé de ser su hermana mayor a su peor enemiga. Me retiré y ya está, no soy la guardaespaldas ni la madre de nadie”.

La presentadora, eso sí, ha manifestado su alegría por ver cómo se encuentra Belén en la actualidad. Si algo ha caracterizado siempre a Senovilla ha sido su optimismo. La naturalidad con la que conquistó al público y que, años después, mantiene intacta. Le deseamos lo mejor para esta nueva etapa. ¡Suerte!