El sábado hubo una fiesta en la academia de Operación Triunfo. Los aspirantes a artista tuvieron música de todo tipo y sólo hizo falta una canción lenta para que entre Alfred y Amaia volviera a surgir esa chispa que a este paso se convertirá en hoguera.
‘Bella y Bestia Son’, una de las canciones más emblemáticas y amorosas de Disney fue el tema con el que Alfred invitó a bailar a una Amaia que no dudó ni un segundo en aceptar la propuesta. Sus compañeros, que poco a poco empiezan a ser tan conscientes como la audiencia de lo que está sucediendo entre ellos, no dudaron en unirse a la actuación y pusieron el toque cómico haciendo del candelabro y la tetera de la película.
Pero no acabó con el baile la noche. Unos minutos después y mientras sonaba Leticia Sabater, el catalán volvió a acercarse a Amaia y le preguntó: “¿te quieres duchar?”. “No”, respondió ella. “No, es que yo me voy a duchar”, aclaraba el chico, a lo que Amaia respondía “vale”, palabra que repitió él.
Poco a poco la zona de baile se fue quedando vacía, terminando Amaia y Alfred solos sentados en mitad de la habitación. Allí, él decidió jugar su último cartucho tirando de una mítica frase hecha de las que se usan con una clara intención:
Alfred: “Oye, ¿no te duele la cara?”
Amaia: “¿Si me duele? Me duelen mucho los labios”
Alfred: “No, la cara”
Amaia: “¿Por qué?”
Alfred: “Porque eres tan guapa…”
Amaia: “Madre mía madre mía, me voy de aquí”.
La espantada de la navarra no fue tal y es que, aunque Alfred no recibió la respuesta esperada, ambos marcharon juntos y riéndose, tras lo cual finalizó la emisión.
Si hubo ducha compartida o continuaron las bromas y confidencias es algo que sólo saben ellos pero todo apunta a que el del sábado no fue el último capítulo de esta historia que tiene en vilo a toda la audiencia.