No podían dejarle solo. Tanto Ana Obregón como Alessandro Lequio estuvieron con su hijo Álex, apoyándole en su nuevo proyecto. Y es que desde que volvió de Estados Unidos no ha hecho otra cosa que no sea trabajar, tal y como asegura su madre. En esta ocasión, se encargaba de la apertura de un local dedicado a hamburguesas y carnes en el centro de Madrid y ahí habló ante los medios. A pesar de que no quiso contar demasiado, sí dejó sitio para compartir una anécdota vivida al inicio de su tratamiento contra el cáncer y explicar el porqué de su brazo vendado.