Hace un año a Álex Lequio y a su familia le daban la peor de las noticias: padecía cáncer. La enfermedad rompía su rutina pero no su vida, durante los meses que duró la lucha él permaneció con ganas, fuerte y sin venirse abajo. Estos momentos no fueron fáciles, pues en las primeras semanas de pruebas y de diagnósticos, rompió con la que había sido su pareja hasta entonces y con quien llegó a tener planes de boda. Ahora, por suerte, vuelve a estar ilusionado.