Su madre dice de él que siempre ha querido conseguir las cosas por sí mismo, sin tener que depender de sus apellidos famosos. Y es que Álex Lequio Obregón nació famoso. Desde pequeño conoce el sabor de la popularidad, que no es otro que el de la gomaespuma que recubre los micrófonos. Ahora sabe reírse de él y de la anécdota, algo que lo convirtió en la verdadera estrella de ‘En la tuya o en la mía’.
Su madre no sabe más halagarlo. Dice que es su mejor regalo y reconoce todos los méritos que ha conseguido su niño, que ya está de lo más crecido, y habla con seguridad y aplomo.
Ha heredado la gracia y picardía de su padre, Aless Lequio, y de su madre ese don innato para el espectáculo. Tras haber pasado 4 años estudiando dos carreras, Ciencias Políticas y Filosofía, en la universidad de Carolina del Norte, ahora vive en Madrid, donde ha empezado a trabajar. Ya piensa en el futuro: dentro de un par de años le gustaría hacer un MBA en el extranjero y completar su formación. Hace caso a Alessandro, que le dijo que tenía que priorizar sus estudios y olvidarse de las chicas. “De pequeño encontré refugio en los estudios. Me apasionan los libros. También como libros (una sobre la anécdota que protagonizó de niño). Mi padre ha sido una conciencia, siempre me ha animado a que me cultivase y me preparase para mi futuro”. “Las mujeres son mi debilidad. Las mujeres siempre se entrometen en mis ambiciones, y siempre me acabo centrando en ellas. Ahora lo que me apetece es centrarme en mí”.
Viéndolo tan centrado, cuesta creer que él fuera el mismo Álex que protagonizó hace unos años su propio videoclip de rap. Y es que el joven siente debilidad por esta música, que él mismo escribe y que también realiza con un único instrumento: su boca. Lequio Obregón es un maestro del ‘beatbox’, que sus americanas y sus pantalones de pinzas no os engañen.
Las relaciones con su familia están en su mejor momento. “Me llevo muy bien con Clemente. Es un chico genial. Cuando empezamos a volver a vernos fue alucinante cómo jugaron los genes, parecía que hubiéramos estado juntos todas la vida, cuando nuestra relación más cercana empezó hace 3 años”. Y su madre, la mujer de su vida, dice que es su mejor amiga. “Me llevo genial con ella. Es una amiga más. Sale con nosotros, viene a cenar… tenemos nuestros contratiempos, pero es normal”.