Desde que falleció Aless Lequio, sus padres Ana Obregón (67 años) y Alessandro Lequio (62 años) se han mostrado siempre unidos y han confesado haber sido apoyo el uno para el otro. Sin embargo, en las últimas semanas ha habido pequeños gestos que han hecho pensar que quizá la buena sintonía entre ellos se había resentido. Los dos llevan dos años tratando de poner en marcha la Fundación Aless Lequio, pues es un proyecto que el joven empezó antes de fallecer con el objetivo de utilizar su imagen pública para poder recaudar fondos que ayudaran a la investigación de la enfermedad, concretamente del Sarcoma de Erwing, que es el tipo de cáncer que más afecta a la población infantil y juvenil.
Después de mucho trabajo, pues Ana ya había comentado en más de una ocasión que no estaba siendo sencillo, el pasado día 3 de febrero era la fecha que marcaron en el calendario para presentar en sociedad este gran proyecto. Pero pocos días antes, en unas declaraciones a la revista Semana, Alessandro Lequio comentaba que él había recaudado los cuatro millones de euros de los que disponía la organización, pues a través de un abogado amigo suyo, una persona que se “enamoró del proyecto”, según sus propias palabras, falleció y les dejó toda su herencia. También confirmó que, aunque ha trabajado mucho en el que era el sueño de su hijo, prefiere no aparecer ni hablar ante los medios.
La presentación sin Alessandro Lequio
Y así lo hizo. El 3 de febrero, cuando todo estaba dispuesto y la prensa con las cámaras encendidas para inmortalizar el bonito momento, Ana Obregón apareció sola y justificó la ausencia del padre de su hijo explicando que tenía Covid y que se encontraba mal. Allí, Manuel Godia, el citado abogado amigo del Conde, leyó unas palabras de su parte, y Ana hizo entrega de dos cheques a dos organizaciones, se mostró feliz por poder sacar esto adelante y no le dio ninguna importancia a lo dicho por Alessandro.
Sin embargo, días después, a través de las redes sociales, tomó la decisión de pronunciarse al respecto y fue muy clara: "Te has equivocado en decir que esa es la única donación, ya que yo he aportado mi trabajo de estos años, así como los 30.000 euros necesarios para abrir una fundación" escribió rotunda, y quitándole hierro al asunto añadió un mensaje más conciliador: "Lo importante es que la fundación de nuestro hijo es su sueño cumplido. Sé fuerte para ayudar a los demás y salvar vidas en nombre de Aless".
La imagen de la paz
Ahora Lequio ha recogido el guante y lo ha hecho sin necesidad de demasiadas palabras, sencillamente con una imagen de él junto a su hijo en 2013, cuando todavía no eran conocedores de todo lo que ocurriría después etiquetando la cuenta oficial de la fundación. Ana era de las primeras en comentar la tierna imagen inundándola de corazones. Y es que como ella bien dice, al final lo único importante es cumplir lo que a su hijo le hubiera gustado poder vivir, y en eso es indiscutible que ambos están de acuerdo, aunque cada maneje su imagen pública de manera diferente.