¿Tanto nos cuesta asumir que hay personas que tienen un físico delgado? ¿Qué poseen esta constitución sin que les suponga matarse de hambre o que esta apariencia es fruto de la genética y nada tiene que ver con los trastornos alimenticios? Parece que, a más de uno, no le cabe en la cabeza el aspecto de Alejandra Rubio, una adolescente delgada como lo puede ser Natalia Ferviú, y, constantemente está recibiendo críticas por su apariencia.
Desde que ha llegado a la mayoría de edad, Alejandra ha tenido que soportar los comentarios más hirientes sobre cuerpo. Algunos la acusaban de haber pasado por el quirófano a sus 18 años, así que ella, harta de tantas insinuaciones, decidió pararlo con unos stories en los que aclaraba que ni se había retocado la nariz, ni se había puesto labios ni mucho menos pecho. “Debido a los rumores, me lo han llegado a preguntar gente que me conoce”, contaba sorprendida con la bola de nieve que se había formado en torno a ella.
Tras aclarar que su apariencia no es fruto de una sesión de cirugía, ha tocado hacer una justificación aún más dolorosa: no padece ningún trastorno alimenticio. De nuevo, ha escogido los stories de Instagram para poderse expresar, eso sí, esta vez lo ha hecho sin grabar un vídeo y prefiriendo un mensaje escrito.
“Me parece muy fuerte la gente me acusa sin conocerme de tener un trastorno de alimentación, como es la anorexia, que es una enfermedad muy grave”, cuenta sobre un fondo negro, su color fetiche. No se olvida de las personas que realmente están enfermas y, día a día, se enfrentan a una lucha sin cuartel por ganar el pulso a la enfermedad que les lleva a tener una visión distorsionada de sí mismas.
Alejandra está probando demasiado pronto el lado más amargo de la fama, suerte que ella tiene carácter y personalidad para plantar cara.