Alejandra Rubio ha hecho de su piel el mejor lienzo en el que plasmar sus vivencias y homenajear a sus seres queridos. En sus brazos y nuca, recuerdos a su madre, a sus parejas, a Beatriz, la mujer de su padre, que falleció a consecuencia del cáncer, y, también, espacio para su “tía Rocío”. Hasta ahora no habíamos sido conscientes de que el ‘phoenix’ (fénix) que lleva grabado es un guiño a Rocío Carrasco, de cuyo lado siempre ha estado. Ayer, instantes antes de que diera comienzo el documental en el que la hija de ‘la más grande’ desgrana su verdad “para seguir viva”, la joven tuvo un bonito gesto vía redes sociales.
“No justice, no peace”, algo así como “sin justicia no hay paz”, publicaba Alejandra en sus stories, a continuación, mostraba su brazo tatuado y, de entre todas las palabras y dibujos, uno resaltaba, la palabra fénix en inglés. Para Rocío Carrasco este animal mitológico es clave, pues se siente 100% representada con él, de ahí que se lo tatuara en la espalda. Precisamente esta ave que renace de sus cenizas es empleada como alegoría a su vida en los títulos de crédito de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’, donde vemos a la protagonista luciendo espalda tatuada al más puro estilo Lisbeth Salander en ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’. A ella le ha tocado renacer mil veces tras tocar fondo, aunque cuando más abajo se vio fue el 5 de agosto de hace dos años, el día en el que decidió que no quería seguir viviendo. Por suerte, su destino era otro. Era salir del pozo contando su verdad para mantenerse con vida.
Alejandra Rubio siente de una manera muy cercana a Rocío Carrasco, puesto que es una más en el clan Campos. Es su familia. Una nueva. La que ella se ha buscado después de que le diera la espalda la suya propia. Así lo explicaba en su documental, “se lo debo a la gente que me quiere, a mi familia. La familia que me he buscado”. Y parte de ellos son la aspirante a colaboradora, que, hacía escasos días, mostraba su total apoyo a la que considera una tía. “Ya era hora de que se supiese la vedad”, dijo a los micrófonos de la prensa la misma noche en la que se supo que la hija de Jurado había decidido, tras años callando, contar su versión de los hechos, algo que ha hecho enormemente feliz a quienes más la quieren.