Otros, en su misma situación, se habrían tomado una tila para calmar los nervios ante la inminencia de las clases. Pero no ella. Alejandra Rubio empezaría la Universidad en unas horas y prefirió pasarlas contestando mensajes hirientes de sus ‘haters’ y callándoles la boca. Ya sabíamos que no era una adolescente al uso, pero después de esto mucho menos.
Esta mañana, Alejandra empezaba primero de Diseño de Moda, carrera que cursará en la prestigiosa IED, Instituto de Europeo de Diseño. Llegaba a clases sola, paseando desde su nueva casa, que para eso ahora vive en el centro, y luciendo un lookazo de los que ella acostumbra: todo al negro con pantalón de chándal, crop top, americana y plataformas tan populares entre los que siguen al pie de la letra las tendencias. Al llegar a al puerta del centro, se perdía entre una multitud de jóvenes en su misma situación. La hija de Terelu llevaba semanas desenado que llegara este momento. Se aburría en casa y ansiaba las aulas, los profesores y todos los trabajos que tendrá que hacer en estos meses. Precisamente, Diseño de Moda no es una carrera fácil. Le tocará trabajar mucho y muy duro; y como desea ser la mejor de clase piensa dedicar todos sus esfuerzos al curso y olvidarse de buscar otros trabajos complementarios a su faceta de influencer, que, ya avisó, explotará con un canal en YouTube.
Al respecto de las críticas. Alejandra pasó la tarde del domingo, cuando le quedaban horas para empezar las clases, contestando a aquellos que creen que por venir de la familia que viene ya lo tiene todo hecho, y de eso nada. “¿Cuándo empiezas a trabajar y a dejar de vivir del cuento?”, le preguntó un seguidor-troll, que dudaba de que Rubio se la fuera a contestar por el tono, “trabajo y estudio, guapx. Vivir del cuento dice… de vivir del cuento pago mi casa, no te jode!”. Ella es quien está corriendo con los gastos de su nueva vida, que está manteniendo gracias a sus colaboraciones con marcas.