Ya se ha convertido en una tradición. Los futbolistas celebran la consecución de un nuevo título con sus peques sobre el césped. Así sucedió también anoche tras la final de la Copa del Rey de fútbol entre el Sevilla y el Barcelona, ganada por el club blaugrana por 0-5, disputada en el Wanda Metropolitano, feudo del Atlético de Madrid.
Tras el partido, el césped se llenó de los más pequeños, todos ataviados con la camiseta del Barça. Los más mayorcitos, como Valeria, la hija de Iniesta, Milan, el hijo mayor de Piqué y Shakira, o Thiago, el primogénito de Messi, están ya más que acostumbrados a este tipo de celebraciones. Pero hay otros muchos para los que les resulta algo nuevo, como Enzo, el hijo de Sergio Busquets, que el año pasado era un recién nacido, o Piero, el bebé de Jordi Alba y Romarey Ventura, que dormía plácidamente en los brazos de su mamá.
Algunas de las esposas de los jugadores, como Antonella Rocuzzo, Anna Ortiz o Sofía Balbi, las mujeres de Messi, Iniesta y Luis Suárez, respectivamente, también bajaron al césped para celebrarlo con sus maridos y sus hijos y hacerse fotos con la copa. Otras, como Shakira, prefirió esperar en el palco junto a su suegra, Montserrat Bernabéu, seguramente para evitar aglomeraciones innecesarias. La cantante colombiana siempre espera al último momento para bajar al césped o sino directamente se dirige a los vestuarios o a la zona dispuesta para que esperen a los jugadores.
En el palco, por supuesto, se encontraba el rey Felipe, que entregó la Copa que lleva su nombre al capitán blaugrana Andrés Iniesta. Muy cerca, el seleccionador nacional de fútbol Julen Lopetegui y el exseleccionador Vicente del Bosque.