Parece que la calma ha llegado a la familia Carrisi. Atrás han quedado las distancias y enfrentamientos familiares y la mejor forma de sellar esta unión ha sido con una espectacular boda. Orgullosa del brazo de su padre y padrino, Cristel Carrisi llegaba a la Iglesia de San mateo en Lecce, para dar el sí quiero a su ya marido Davor Luksic. La hija menor de Albano y Romina Power contraía matrimonio el pasado sábado causando una gran expectación entre los curiosos. A bordo de un original motocarro de tres ruedas, llegaba el cantante acompañando en el día más importante de su hija, radiante luciendo un exquisito diseño de tul con tirantes y detalles de encaje que dejaban al descubierto su espalda. El largo velo adornaba su preciosa melena recogida en un moño.
La feliz novia se fundía en un emotivo abrazo con su madre ante la atenta mirada de Albano, que cantó un “Ave Maria” durante la ceremonia, en honor a los recién casados. Posteriormente la pareja celebró una cena en Masseria Mea, la espectacular finca que tiene el cantante en Cellino San Marco (en esa casa crecieron los cuatro hijos de la familia hasta la desaparición de Ylenia en 1993). Cristel Carrisi y Davor Luksic se conocieron hace cuatro años en una fiesta en Nueva York.
Ella había dejado Roma para vivir en Estados Unidos con la intención de abrirse camino como diseñadora. Él trabajaba como analista del Deutsche Bank en la ciudad de los rascacielos. Desde entonces, y a pesar de la distancia, no se han separado. Davor fijó su residencia en Zagreb hace unos años para encargarse del imperio hotelero de su familia en Croacia; Cristel volvió el año pasado a Italia para estrenarse como presentadora de un programa de moda y tendencias en la RAI. La pareja, que todavía no ha decidido donde vivirá, ha disfrutado de su último verano de solteros navegando juntos por las costas adriáticas y disfrutando de las playas griegas, en la isla de Mykonos.