Nieta de 'La Faraona', hija de Antonio Flores, sobrina de Lolita y de Rosario, prima de Elena Furiase... Los de los genes y el arte en Alba Flores, como diría, su abuela, le corre por las venas con la fueza de un ciclón. Así que después de mucho teatro alternativo y de flirtear también con la música independiente, deambuló por varias series hasta que se hizo un huequito en el corazón de la audiencia con la buena de Jámila, esa entrañaba sirviente marroquí de 'El tiempo entre costuras'.
En 'Vis a vis' parece dispuesta a romper en mil pedazos cualquier atisbo de buenos sentimientos. Es Saray, una de las malas malísimas de la prisión. Violenta, rebelde, también gitana… Pero asegura que es una recreación, un personaje, que en nada tiene que ver con los gitanos en general ni en concreto. De hecho, hasta la fecha, es quien mas se desnuda en la serie. “Enseñar el cuerpo no es nada del otro mundo”.
Alba, lo de ser la chunga de la serie, ¿qué tal lo llevas?
- Bueno... Las hay más chungas que yo (risas). Pero es verdad que apunto maneras, es un personaje bastante violento.
Pero hacer lo que en la vida real sería impensable…
- Es divertidísimo. Cada día me lo paso mejor y encima con estos compañeros tan geniales, es alucinante. Además, tener cerca a Najwa como Zulema que con Saray, mi personaje, son las dos encargadas de estas 'cosas del mal', está siendo un regalo para mí.
Tú tienes pinta de ser más manejable que ella…
- Bueno, soy rebelde, pero tan violenta no. Pero la historia es que parezca que sí que lo soy.
¿Tienes algo en común con Saray o no?
- Algo que tiene que ver con ser de ley, tener una especie de honor.
Me han dicho que te desnudas bastante…
- (risas) La primera secuencia que grabé fue la del desnudo del primer capítulo y la verdad es que hacía tanto frío que ni pensaba en lo de estar desnuda. Además, creo que es una serie tan arriesgada que enseñar el cuerpo es lo de menos. De hecho enseñar el cuerpo no es nada del otro mundo siempre que esté justificado, claro.
¿Viste 'The orange is the new black' para ponerte en situación?
- Hay una película que se llama 'Bronson', que va sobre un preso muy famoso de Inglaterra que se pegaba con todo el mundo todo el rato y me he fijado mucho en él. El actor es Tom Hardy.
Imagínate que por azares del destino, de repente, te ves en una situación como Saray, ¿tú, qué rol tomarías?
- No sé. Pero yo creo que no sé si sería la mosquita muerta o la más chunga... Yo creo que sería la más simpática (risas). Con sentido del humor tratando de lidiar con las peores situaciones.
¿Alguna vez te has saltado la ley?
- Mmmmmm. Sí (risas). ¡Pero no me han pillado! (risas). Y no lo voy a confesar ahora (risas).
Pero seguro que de niña algún desliz en la papelerías tendrías…
- Sí, sí. En Disneylandia y ahí no te pillan porque como no están acostumbrados a que roben (risas).
Imagínate que eso hubiera salido en una revista. Una Flores robando en Disneylandia… Alba, ¿por ser Flores te han exigido más?
- Creo que la suerte es importante pero al final cada uno va eligiendo la carrera que quiere tener. Yo estoy casada con esta profesión a la que me quiero dedicar toda mi vida. No me ha importado sacrificar algunos trabajos por irme por ejemplo a estudiar. Tampoco te creas que te ofrecen tantas cosas por el apellido, no por eso me ha salido más trabajo que a otro.
¿Cómo ha sido nacer en una familia como la Flores?
Como ha sido así desde que nací no sé cómo sería haber vivido de otra manera. No creo que mi apellido ni me haya beneficiado ni perjudicado, es diferente. La gente te conoce pero tienes que demostrar que hay talento y ganas de trabajar y evolucionar.
Me han contado por ahí que en la serie va a haber un momento muy flamenco…
- (risas) Sí, voy a cantar. Vais a ver cantando a Saray, no a mí. Yo canto diferente, tengo otro gusto musical.
Es verdad ¿qué ocurrió con tu carrera musical?
- Que estoy centrada en la interpretación y creo que si alguna vez surge algo, será para expresar algo, no por hacerlo.
En 'Vis a vis' hay varios personajes gitanos, ¿cómo se lo tomarán?
- Esto es ficción y se desarrolla una historia, no es una representación de nadie ni de los gitanos ni de las presas...
Por Luis Nemolato