Aunque durante muchos meses Alba Díaz y Javier Calle han jugado al despiste, su relación ya es una realidad. Cuenta con la aprobado de El Cordobés, que ha confesado que estaba al día de lo que ocurría en la boda sentimental de la influencer, y de Vicky Martín Berrocal, que a golpe de 'like' demuestra que conocía la estrecha amistad de los jóvenes. Pero no solo los corazones en Instagram han dado pistas de esta relación: ellos, desde julio, se escriben mensajes en sus respectivas redes sociales.
Los likes y los comentarios en Instagram han acabado delatando a la pareja y después ya no han tenido reparos de comerse a besos por la calle. Desde hace dos semanas el empresario está oficialmente divorciado de Coki Prieto Pareja- Obrejón y fue precisamente ella quien, cansada de los flirteos de su marido, quiso poner punto final a su matrimonio en octubre, según informa Vanitatis, y abandonó el domicilio que compartían propiedad de la familia de Javier.
De mayo es la última foto de la diseñadora de interiores y Javier en la cuenta de Coki y dos meses después el joven escribía sin reparos en su Instagram las ganas que tenía de ver a Alba Díaz. “Si no te veo ya mismo, me empiezan a entrar taquicardias”. Era su respuesta a un “clase” escrito por la influencer en la cuenta de su chico.
En los posts de Alba, Javier, que ha borrado todo rastro de su ex de su perfil, es más comedido. Algún que otro ‘like’ y un emoticono que se repite en más de una ocasión: el muñequito levantando la mano. Otras, haciendo gala de su sentido del humor, como ocurrió en agosto en una imagen de Alba en biquini, se refería a ella como "prima". Hasta ahora han vivido su amor en clave y ahora, con el beneplácito de los padres de Alba y el divorcio recién firmado por Javier, todo apunta a que darán rienda suelta a su amor sin necesidad de mensajes encriptados.