Alba Díaz rompe su silencio: "Mis padres sabían que no iba a hacer ninguna locura"

La hija de Vicky Martín Berrocal y el Cordobés habla por primera vez después de que se conociera su relación con el empresario Javier Calle, el exmarido de un amiga Coki Pareja Obregón.

La fama de Alba Díaz ha subido como la espuma desde que empezó a llenar su cuenta de Instagram de sus looks. La hija de Vicky Martín Berrocal y el Cordobés es una de las influencers patrias que derrochan estilo en las redes sociales, ahora más en boca del público tras salir a la luz su noviazgo con Javier Calle, exmarido de su amiga Coki Pareja Obregón. En medio de su boom mediático, ha concedido su primera entrevista a la revista ‘Elle’ con quienes ha hablado de moda y, cómo no, de sus padres.

La noche del domingo ya lo adelantaba en sus redes sociales, tenía una sorpresa para sus seguidores y que le hacía “mucha ilusión”. “La gente no se da cuenta de que hay tras la ropa: es una proyección de tu forma de pensar y de ser. Alguien con estilo sabe perfectamente quién es y tiene mucha seguridad. ¡Como si voy en bata, me da igual! Han de quererme como soy", confiesa la joven, que ya se considera una buena prescriptora de moda porque tiene “estilo”.

Sus padres siempre la han apoyado en su proyecto de ser influencer, de hecho, le dieron algunos consejos que aplica todos los días. "Cuando empecé a mostrar mis estilismos, mis padres sabían de sobra que no iba a hacer ninguna locura, pero me dijeron que fuera humilde, que tuviera cuidado y que respetara", comenta.

De Vicky Martín Berrocal y de Manuel Díaz no tiene más que buenas palabras. De su madre dice que “es trabajadora, luchadora e independiente, muy fuerte y, también, sensible. Me encantan las personas que imponen, y ella es una mujer racial, con carácter". De su padre, destaca su humildad. "Mi padre es la persona más humilde que vas a conocer nunca", reconoce.

La reacción de Javier Calle no se ha hecho esperar y, como era de imagina, ha corrido al quiosco a comprar la revista. En redes sociales se ha mostrado muy orgulloso, vamos, que el empresario está más enamorado que Cupido.