De una talla 120 a una 90. Esa fue la reducción de pecho a la que se sometió hace unos días Alba Díaz por una cuestión de salud. Tener mucho pecho puede acabar causando problemas en la espalda, por lo que a veces es recomendable una intervención de este tipo, como ya se hizo también Anita Matamoros hace algunos meses. En el caso de Alba, a la que le encanta hacer deporte, tener tanto pecho era un verdadero problema. "A la hora de hacer deporte, me pesaba mucho el pecho. Hago mucho boxeo y cuando saltaba a la comba lo pasaba fatal, terminaba con un dolor horrible, lo mismo me pasaba cuando corría y tuve que dejarlo", confesó. Tampoco lo pasaba bien a la hora de dormir. "Me costaba encontrar la postura muchas veces y la calidad de mi sueño empeoraba. Me sentaba encorvada y tenía dolores de espalda. Se me había despegado la piel del esternón del peso del pecho…”.
Alba Díaz está recuperándose en su casa de la intervención y ha compartido con sus seguidores qué tipo de dieta le ha recomendado el médico para que las heridas cicatricen mejor. Se trata de una dieta basada en proteínas y líquidos, y como vemos en la imagen que ha publicado en sus stories, su desayuno consiste en huevos revueltos y pavo, y una infusión de jengibre y limón.
"El médico me dijo que comiera mucha proteína para cicatrizar bien y me lo estoy tomando muy en serio", ha escrito Alba. Y la verdad es que viendo el plato es un desayuno que tiene muy buena pinta.
Aún le quedan a Alba algunos días para poder retomar su vida normal. Continúa con el pecho vendado y labores tan básicas como lavarse la cabeza no puede aún hacerlas por sí sola, de modo que tiene que acercarse a la peluquería para que su melena luzca limpia y brillante como en ella es habitual. "He venido a lavarme el pelo porque no encontraba la manera", explica Alba. Pese a que gestos como el de levantar los brazos le resultan aún dolorosos, Alba tranquiliza a sus seguidores con un "Tamos bien".