Alba Carrillo se refugia en su faceta de empresaria tras su fulminante despido de Mediaset

Dice el famoso (y manido) refrán que, cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. Y con la reaparición en redes sociales de Alba Carrillo (36 años), la colaboradora ha demostrado ser una mujer independiente, con recursos y muchos ases en la manga. Fue este lunes 17 de abril cuando saltó la impactante noticia de su fulminante despido de Mediaset. Su nombre había entrado en la temida lista negra del grupo mediático y dejaban de contar con ella como colaboradora. La modelo, que nos dio el salseo más controvertido y animado del invierno con su polémica con Jorge Pérez (49 años), se ha tomado su tiempo, pero ha reaparecido. Lo ha hecho en redes, a través de dos vídeos en stories que dicen mucho más de lo que en apariencia muestran. Toda una declaración de intenciones.

Alba Carrillo entra en la lista negra de Mediaset y la despiden de manera fulminante

No hay quien pueda derribar a Alba Carrillo. Es uno de los rostros que más da de qué hablar, protagonista de broncas en plató, pero también de momentos que han acabado siendo historia de la televisión, como su excelente concurso en 'Supervivientes 2017' (aunque arrancó de la manera menos prometedora, y sí muy controvertida). Su sinceridad y visceralidad son su bandera, y sin duda se la echará de menos ante las cámaras de 'Ya es mediodía' y los otros programas donde participaba.

Su nombre ha acabado formando parte de la temible lista negra, del mucho más temido Código Ético con los que Mediaset arranca su nueva etapa tras un cambio de cúpula. Rocío Carrasco, Gloria Camila Ortega, Kiko Rivera, Rosa Benito, son algunos de los famosos sobre los que se ha dado la orden de no hablar en los programas de entretenimiento, salvo que la actualidad lo evite. Ahora, entre ellos, también figura Alba Carrillo.

Alba Carrillo reaparece en redes sociales volcada en su faceta de empresaria

La colaboradora se ha tomado su tiempo para reaccionar. Sabía que, a partir de la impactante noticia, todos los ojos iban a estar posados en ella, y su reaparición iba a ser motivo de noticia. En otro momento de su vida no nos hubiera extrañado ver a la colaboradora montar el cólera. Sin embargo, la veteranía es un grado, se las ha visto en peores circunstancias, y eso la ha convertido en una mujer resiliente, llena de recursos.

Alba Carrillo reaparece en redes sociales volcada en su faceta de empresaria

Carrillo ha dejado claro en más de una ocasión que ha concentrado sus esfuerzos en otro retos más allá de la televisión. El mundo mediático no dura para siempre. Hoy, puedes estar en lo más alto, y al día siguiente estrellarte. La modelo, que tiene una licenciatura en Publicidad, ha seguido su faceta como estudiante, y lleva unos años hincando los codos para conseguir la titulación de Criminología. Asimismo, también tiene el diploma de terapeuta esencial, experta en Flores de Bach.

Asimismo, en esta última etapa de su vida también la hemos visto asumir retos como empresaria, y en febrero, estrenaba negocio junto a su madre, Lucía Pariente. Se trata de una clínica estética situada en el centro de Madrid desde donde ha elegido reaparecer. Si bien no hemos visto su rostro, sí que se puede escuchar su voz, que suena tan risueña y contagiosa como siempre.

Hay vida más allá de la televisión para Alba Carrillo

En el vídeo se puede ver cómo saluda a un amigo y cliente del centro estético, con el que mantiene una breve conversación llena de bromas cómplices mientras se está sometiendo a un tratamiento facial. Sin duda, duda estas primeras publicaciones en Instagram no son fruto de la casualidad, y ha querido lanzar un importante mensaje: su despido de Mediaset no es el final de Alba Carrillo.

El trabajo, como durante la polémica con Jorge Pérez, se convirtió en su refugio y en una manera de seguir adelante. ¿Quién sabe si no la vuelven a tentar desde otra cadena? Por el momento, su silla de 'Ya es mediodía' ha sido ocupada por Irene Junquera. Y Jorge Pérez ha reaparecido en 'Supervivientes: Tierra de nadie', dando la sensación de respirar más tranquilo después de encontrar los pasillos de Telecinco despejados.