Alba Carrillo se sienta por fin en ‘Sálvame Deluxe’. Moríamos por escucharla hablar sin tapujos, contando su versión de la relación que vivió con Feliciano López, en la que el tenista no sale, ni mucho menos, bien parado…
Después de una temporada de ‘mutismo’, la modelo regresa con todas las balas en la recámara dispuestas a ser disparadas. Y ojo que no son de fogueo, estas pueden hacer mucha 'pupa' a López y a toda su familia, pues, una vez más, los vuelve a señalar como uno de los principales culpables en el fracaso del matrimonio.
En la entrevista previa a la que se le realizará el viernes por la noche en el ‘Deluxe’, Alba ha asegurado haberse sentido “como un trapo” mientras estuvo con Feliciano. Cuenta que empezó con él “para dar celos a Fonsi”, el padre de su hijo, y para "intentar recuperarme cuanto antes".
Cuenta que al lado de López se sintió “Muy protegida”, y que creyó que, en esos momentos era lo que necesitaba. Los problemas mayores empezaron cuando decidieron casarse. Ella pensó en echarse atrás tres o cuatro meses antes de la celebración porque los padres del tenista se entrometían, “opinaban de todo”.
Cuenta que cuando se fueron a vivir juntos, jamás sitió la vivienda como su hogar. “Nunca fue mi casa, siempre fue la de él”. Sensación que se veía agravada cuando descubrió que la familia de su entonces pareja hablaba y firmaba en su nombre, anulándola por completo.
“Él me veía llorar y me miraba de manera un poco escalofriante, no era nada sensible”, ha revelado, hasta el punto que ella “llegó a dormir en el suelo”, en uno de los episodios más complicados que le tocó vivir a su lado.
Las relaciones íntimas eran, prácticamente, inexistentes. “Volvía de viaje y no me quería ni tocar, a mí me hacía sentir un trapo. No es que no hubiera fogosidad, es que no habían relaciones”, ha adelantado de todas las bombas que está por lanzar el viernes por la noche. La vida de Alba ni de Feliciano no volverán a ser las mismas.