La cantante Aitana Ocaña (24 años) dio comienzo la semana pasada a su última gira, la cual le va a llevar a recorrer parte de nuestra geografía española pero también internacional. Ella ya lo había anunciado y es que se trataba de su disco más internacional, adaptado a los nuevos sonidos que están triunfando. Por ello, sus coreografías también han sido adaptadas al tipo de música que está haciendo y no ha estado exento de polémicas precisamente.
Han sido muchas las críticas que ha recibido por sus sensuales movimientos en el escenario, provocando el enfado de muchos padres que llevaban a sus hijos a sus conciertos pensando en la imagen anterior que tenía una de las benjaminas de la edición de ‘Operación Triunfo 2017’. Sin embargo, ella no había querido responder ni hacer declaraciones al respecto. Pero en su concierto de Málaga del pasado sábado lanzó un discurso para reivindicar su cambio y así apostar por su madurez musical.
El discurso de Aitana en pleno concierto
La catalana empezaba su concierto con una peculiaridad y es que muchos de los asistentes acudían vestidos de verde. El motivo estaba claro y es que ella había elegido un color para cada concierto y en Málaga estaba claro cuál era nada más mirar a las gradas que registraron un lleno absoluto. Durante sus primeras canciones demostraba su despliegue vocal y también coreográfico, del cual no había cambiado absolutamente nada con respecto a su anterior recital a pesar de las polémicas de sus bailes.
La intérprete de Los Ángeles quiso además enviar un mensaje a todos sus detractores, a los cuales ha hecho caso omiso tras ser muy criticada en la última semana. “Ojalá en la vida os sintáis libres de hacer realmente lo que os apetezca”, comenzaba diciendo, asegurando así que nadie va a restarle su libertad para hacer lo que ella quiera, por mucho que hablen. De hecho, a la vista está ya que no ha querido modificar ni un ápice de todo su concierto que dura algo más de dos horas.
La reflexión de Aitana tras las críticas recibidas
Pero en pleno concierto también ha querido dar, de alguna manera, un tipo de explicación a este cambio que supone una madurez como artista. “Tengo 24 años y estoy muy agradecida a la vida por todo”, empezaba. “Me siento una privilegiada, de verdad. De poder trabajar de lo que me gusta, de que en mi familia todo el mundo esté sano y que mis amigos sean los de toda la vida”, reflexionaba a la vez que trataba de contener las lágrimas. “Me siento muy afortunada”, zanjaba.
“Solo quiero deciros que si alguien está pasando por un mal momento o siente que está en un momento de cambio y que no es lo mejor del mundo ahora mismo, te acabas dando cuenta. Y yo también me acabaré dando cuenta de que queda mucho por vivir”, especulaba. De esta manera, buscaba también poder ayudar no solo a sus fans, si no a todos aquellos que escuchen sus palabras y se sientan identificados.
“Te acabas dando cuenta que todo cambio es experiencia y que todo cambio, aunque no lo sepamos, siempre va a ser para mejor”, expresaba. Así, ponía de manifiesto que está experimentando una evolución como artista y que se está adaptando a las nuevas tendencias musicales para continuar con su proyección internacional. Sus palabras fueron muy aplaudidas por todo el auditorio de la Costa del Sol, alzándose como una completa reivindicación de su nueva etapa profesional.