"Ahora tengo una vida en la que soy feliz"

Belén Esteban

Belén Esteban volvió a su programa con algunos kilos de más, enfundada en un ceñido vestido estampado en tonos azules y morados y con ganas. Con ganas de volver y hablar claro, aunque solo hasta cierto punto. 

Limpia por dentro y por fuera

Belén Esteban bajó las escaleras de su programa al ritmo de su canción preferida de Mónica Naranjo, se abrazó a Jorge Javier Vázquez y se sentó frente a él, durante más de una hora, para hablar de su proceso terapeútico. Del tratamiento al que lleva más de 6 meses sometiéndose para curarse y tener una vida mejor: "Tenía problemas de adicciones que ya no existen". Sin más detalles, sin entrar a especificar demasiado, dando por hecho que tanto los espectadores como sus compañeros de programa sabían de qué estaba hablando y por lo que había pasado: "Estoy limpia por dentro y por fuera". 

Así, vimos a una mujer que ha cruzado un túnel muy oscuro y se enfrenta a una nueva etapa con ilusión, con ánimos renovados y algunos cambios en su vida que van más allá de su liberación de las adicciones en una etapa oscura. Belén Esteban también le confesó a Jorge Javier Vázquez, en su cara a cara, que había vivido una liberación sexual en Benidorm y que había conocido a un hombre (o a varios) que le habían hecho ilusionarse.

¿Enamorada?

La nueva vida de Belén es también la nueva vida sexual de Belén. Con Fran completamente fuera de su vida -"Llevo más de un año separada de él y le deseo lo mejor"- y algunos escarceos durante este verano en Benidorm que incluso le llevaron a afirmar, entre risas, que estaba enamorada. O ilusionada. Algo de lo que, acto seguido, se desdijo y quiso dejar como una broma, nada más. "No le quiero fastidiar la vida a nadie y que luego le sigan los periodistas". 

Arrepentida

La colaboradora de 'Sálvame', cuya reaparición significa también una vuelta al trabajo a partir del próximo martes en la edición diaria del programa, reconoció sentirse arrepentida por la forma abrupta en que abandonó la televisión, el pasado mes de abril, tras una bronca descomunal con Lydia Lozano (que no estuvo entre los periodistas que esperaban a Belén en plató a su regreso), si bien lamentó más las formas que el fondo. "Es que no eras tú", le dijo Jorge Javier. Y ella lo entendió. "¿Sabes que muchos días temíamos por tu vida?", le preguntó el presentador. Y sí, ella confirmó que lo sabía, pero que aquello ya era parte de su pasado y que no pensaba culpar a nadie por ello. Como tampoco había decidido salir del pozo por nadie más que por sí misma.

Con el permiso de Andrea

Tras la hora larga de entrevista con Jorge Javier, se incorporó al programa el resto de colaboradores, que bajaron la escalera en el orden que Belén Esteban eligió: primero Kiko Hernández, después Mila Ximénez, a continuación Kiko Matamoros y, en cuarto lugar, María Patiño.

Fue entonces cuando, tras infructuosos intentos por profundizar más en el proceso terapeútico de Belén, comenzaron las preguntas y las respuestas sobre la familia Janeiro y la intervención de la madre de María José Campanario en el Deluxe unas semanas atrás. 

Con la fuerza que le daba a Belén saberse respaldada por su hija de 14 años, Andrea, que le dio permiso para contarlo todo sobre ella y su relación con su padre, la de Paracuellos se lanzó a enumerar agravios, a poner en evidencia la falta de interés del padre de la niña por ella y otros clásicos revisitados de la Esteban, que tuvo para todos y hasta aclaró de una vez por todas, por qué no fue Andrea a la comunión de su hermana Julia este verano: "Yo le propuse a mi hija que la llevase Toño, pero su padre le dijo que Toño se quedaba en la verja esperando, como la Virgen del Rocío y eso a Andrea le sentó muy mal, y por eso decidió no ir".

Sus tratamientos de belleza

Inyecciones de vitaminas, infiltraciones de hilo de oro en la cara, mesoterapia en la tripa... son solo algunos de los tratamientos que Belén confesó que se está haciendo para verse más guapa y que, junto con la dieta a la que se somete para perder todos los kilos que ha ganado -"por culpa de la ansiedad"- espera que hagan de ella una mujer renovada. Aunque, según insistió ella misma, ahora se vea más guapa y más deseable que nunca. Y los hombres le digan piropos por la calle.

Su madre, al teléfono

Casi como remate de la entrevista y tras un par de mensajes de bienvenida de Alaska y Mario desde Londres, llegó la llamada telefónica de una emocionada madre de Belén, Carmen Menéndez, quien quiso felicitar a su hija, animarla en su esfuerzo y reconocer lo orgullosos que se sentían todos de ella. Todo eso y, ya de paso, arremeter contra María José Campananario (a quien se refirió como 'la pony') y su madre Remedios. 

Belén Esteban ha vuelto. A lo grande, una vez más. Confíamos en que esta vez sea para quedarse y ser feliz.